El jefe de los pilotos en Iberia amaga con su dimisión en la última asamblea
Justo Peral, jefe de la sección sindical de Sepla en Iberia
La asamblea de ayer celebrada por los pilotos de Iberia no
sólo sirvió para escenificar la nueva ruptura entre la dirección de la
aerolínea y los pilotos de Sepla, que amenazaron con convocar movilizaciones
este verano si en las próximas semanas la compañía no dedica ningún «gesto» de
acercamiento o que denote que su deseo es «asegurar la producción». Es decir,
ofrecen una breve tregua, en reconocimiento, aseguran, de la mayor actitud
conciliadora que demuestra el nuevo timonel de la aerolínea, su consejero
delegado, Luis Gallego.
Pero persisten en la propuesta que presentaron antes de que
se aprobara la mediación que puso fin al conflicto. Aseguran que, atendiendo a
su oferta, un piloto con diez años de antigüedad en la compañía cobraría unos
87.000 euros al año, frente a los 240.000 euros de remuneración de uno de
British Airways (BA).No obstante, antes de convocar huelgas este verano, sería
necesaria una votación entre los afiliados.
El conflicto con Iberia y la ausencia de puntos de encuentro
parecen estar haciendo mella en la actual cúpula del sindicato. El propio jefe
de la sección sindical de Sepla en Iberia, Justo Peral, ha mostrado en privado
su intención de abandonar su puesto e, incluso, ayer, durante la reunión,
transmitió a los pilotos su propuesta de dimisión, según fuentes de la
organización sindical.
En concreto, Peral argumentó que estaba «dispuesto a dar
paso a otros», tras el «fracaso de las negociaciones» con la aerolínea, a pesar
de haber ofrecido «una propuesta que situaba a los pilotos de Iberia por debajo
de los costes de Vueling (la nueva adquisición del grupo IAG, formado por
Iberia y BA)» y no haber «logrado un proyecto de futuro» para la compañía, pese
«al perfil negociador de su equipo».
Rechazo de los afiliados
Finalmente, los pilotos no respaldaron su propuesta y, por
tanto, ratificaron su continuidad al frente de Sepla. De haberse hecho
efectiva, la dimisión de Peral habría sumado un grado de dificultad al ya
complejo equilibrio entre los sindicatos de tierra y tripulantes de cabina (una
unión sindical hoy por hoy rota, después de que los pilotos se desmarcaran de
la mediación de Gregorio Tudela) y la relación entre la empresa y Sepla,
enquistada ahora por el anexo 10 de su convenio colectivo. Según los pilotos,
Iberia ha planteado eliminar esta cláusula, que abriría la puerta a que
aerolíneas como BA operaran los vuelos de medio radio desde España a Reino
Unido y American Airlines los vuelos de largo radio entre EE.UU. y España.
Una posibilidad que niega tajantemente la sociedad matriz,
IAG. Su propio consejero delegado, Willie Walsh, lo negó ayer en un comunicado,
en el que además aseguró que el número de vuelos operados por ambas aerolíneas
en la ruta Madrid-Heathrow no se ha visto modificado desde la fusión.«British
Airways no tiene ninguna intención de operar vuelos de largo radio de pasajeros
desde Madrid, Barajas. Esta es una declaración alarmista de Sepla, claramente
orientada a distraer la atención de la reestructuración que Iberia debe
realizar para sobrevivir», recalcó el directivo irlandés. Lo único irrebatible
es que las negociaciones no muestran signos de avance. Y existe la impresión de
haber regresado al punto de eterno retorno en Iberia: el conflicto.
El sindicato de pilotos (Sepla) celebra hoy una asamblea de
carácter informativo en la que habrá, de nuevo, una cuestión sobre la mesa: el
pulso con la compañía, después de que la negociación tras el rechazo de la
propuesta del mediador se cerrara infructuosamente. La organización, según
señaló a este periódico, da por hecha la ruptura de las conversaciones y así se
lo hará saber a sus afiliados.
El motivo, como la semana pasada expresó el jefe de la
sección sindical de Sepla en Iberia, Justo Peral, es la vulneración del anexo
10, un epígrafe del acuerdo de la fusión entre Iberia y British Airways, que
establece que las operaciones en Barajas deben ser llevadas a cabo por personal
de la aerolínea. Como resulta habitual en este conflicto, la postura de la otra
parte, Iberia, resulta totalmente contrapuesta. La aerolínea niega que se haya
llegado a este punto de desacuerdo y que en ningún caso ha propuesto dejar de
operar los vuelos Londres-Madrid ni los de Norteamérica.
La situación amenaza con reactivar un conflicto que parecía
reconducido desde la firma de la propuesta del mediador. Fuentes de Sepla
aseguran que la posibilidad de retomar las huelgas este verano vuelve a estar
presente. Sin embargo, descartan que se presente esta opción en la asamblea de
hoy, ya que no está preparada para acoger una votación y tendrá mero carácter
infromativo.
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