Matutes, ¿puente de Hidalgo con Botín, y algo más?
El 6 de marzo de 2002, en un vuelo de Air Berlín de Palma a
la capital alemana, Juan José Hidalgo fue presentado a dos altos cargos del
segundo banco de España por nuestro editor, antes del embarque. Los cuatro iban
a la ITB.
Casualmente todos ellos coinciden en filas contiguas, dos y
dos, y en la parte trasera del avión. Al poco del despegue, Hidalgo se dirige a
los bancarios, uno de ellos responsable en Baleares y el otro su jefe inmediato
y con base en Valencia.
De sopetón, el presidente de Globalia le echa un rapapolvo a
los dos. Que si el banco es tal y que si Botín es cual (nos reservamos los
calificativos). Los ejecutivos ponen cara de póquer. “¡Nosotros somos del BBVA,
señor Hidalgo!”.
El empresario salmantino, en su obsesión crónica con el
Banco Santander y Botín, confundió a la segunda entidad bancaria española con
la primera y se desfogó con José Roca y José Luis Moreno, los directivos en
cuestión.
Globalia ha estado durante años en la lista negra del Banco
Santander. ¿Lo sigue estando? El dinero no tiene alma y uno de sus fondos,
Vista Capital, al final se decantó por los Hidalgo en lugar de por los Barceló
en la operación Orizonia.
A día de hoy y pese al apoyo de Vista Capital en el caso de
Orizonia, las relaciones entre el principal grupo emisor y el primer banco
siguen frías y distantes. ¿Tenderá un puente con Emilio Botín y el BS el nuevo
socio de Globalia, Abel Matutes?
El presidente del Grupo Palladium y factotum de Ibiza es
consejero del Santander y amigo del banquero más banquero de los de nuestro
país. Con su entrada en Globalia, al menos Hidalgo ha roto uno de sus múltiples
frentes.
Matutes es a su vez consejero y accionista de TUI, el
gigante del turismo europeo. TUI es el principal proveedor de lo que fue
Luabay, hoteles hoy integrados en Be Live. ¿Le echará Matutes también una mano
a Hidalgo en TUI?
Matutes primero llenará sus hoteles y luego vendrán los
establecimientos de la hotelera de Globalia. El ibicenco dice que ha entrado en
Globalia por Air Europa, para no perder conectividad aérea con las Pitiusas.
¿Sólo por eso?
La sociedad de Palladium con Globalia sigue sin ser
asimilada por los observadores más conspicuos. Debe haber algo más, seguro.
Travelplan y Halcón se están volcando ahora con los hoteles Palladium. ¿Vale
todo ello 20 millones?
Además, ese dinero no ha ido a Globalia sino a uno de sus
accionistas, el hijo varón. ¿Dónde están el resto de las sinergias? Los que
también fueron socios de Hidalgo no ven la operación por lado alguno. Pero el
ibicenco no es tonto.
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