Los españoles tienen 87.700 millones en el extranjero
El pasado abril concluyó el plazo para presentar la
declaración de bienes en el extranjero, una nueva obligación que el Ejecutivo
incluyó en la nueva ley contra el fraude fiscal. Mariano Rajoy ha informado hoy
tras participar en la reunión del Consejo Europeo, que 131.411 contribuyentes
presentaron la declaración e informaron a Hacienda de rentas y bienes en el
extranjero por un valor total de 87.7000 millones. Es decir, los contribuyentes
españoles tienen en el extranjero un patrimonio equivalente al 8% del PIB.
El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, ha informado hoy
que 131.411 contribuyentes presentaron en abril la declaración de bienes en el
extranjero, una nueva obligación que el Ejecutivo incluyó en la ley contra el
fraude fiscal. En total, los bienes declarados ascienden 87.700 millones, cifra
que equivale al 8,3% del PIB. Es decir, cada declarante posee de media un
patrimonio de 667.000 euros en el exterior.
Rajoy, que ha avanzado los datos tras participar en la
reunión del Consejo Europeo en Bruselas, no ha aclarado qué parte de los bienes
declarados estaban ocultos y eran desconocidos por la Agencia Tributaria. Y no
lo hizo porque los técnicos del Ministerio de Hacienda todavía están trabajando
en ello. Hay que tener en cuenta que entre los declarantes se encuentran
evasores fiscales que afloraron bienes ocultos durante la amnistía fiscal y
también contribuyentes ejemplares que no han cometido ningún fraude y que
sacaron su dinero de forma totalmente legal. Por otra parte, los extranjeros
que residen en España y que, por lo tanto, son contribuyentes del IRPF, también
estaban obligados a declarar su patrimonio en su país de origen.
La medida obliga a informar sobre cuentas en entidades
financieras, inmuebles y acciones cuando el valor de cada tipo de bien supere
los 50.000 euros. Es decir, un contribuyente que tuviera 49.000 euros en cuentas
bancarias en Suiza y otros 40.000 euros en acciones de una empresa francesa no
estaba obligado a presentar la declaración, ya que no superaba el umbral de los
50.000 euros. Este es uno de los motivos que explica que el patrimonio medio
declarado casi alcance los 700.000 euros por contribuyente.
Fuentes de Hacienda aseguran que la información facilitada
derivará en ingresos fiscales importantes en el futuro. Un español que haya
reconocido tener una cuenta en Suiza, deberá tributar en España por los intereses
obtenidos. Hacienda también confía en que la medida incentive la repatriación
de ese dinero. Hay que tener en cuenta que tener patrimonio en el extranjero no
ofrece ninguna ventaja fiscal si Hacienda conoce su existencia. Los
contribuyentes españoles tributan por su renta mundial y, por lo tanto, las
plusvalías generadas fuera deben imputarse en el impuesto español, con
independencia del lugar en el que se hayan obtenido. De los 131.411
contribuyentes que presentaron la declaración informativa, 129.925 eran
personas físicas frente a 1.486 empresas. Esta abismal diferencia ya se
esperaba en la medida en que las empresas que tuvieran registrados sus bienes
en su contabilidad.
Obviamente, resulta imposible saber qué parte del patrimonio
de los españoles en el extranjero no se ha declarado. En cualquier caso, los
asesores fiscales y los inspectores de Hacienda coinciden en que con la
normativa actual resulta muy arriesgado mantener dinero oculto al fisco en el
exterior.
De hecho, esta nueva obligación equivale en algunos casos a
que el delito fiscal no prescriba. Hasta ahora, cuando Hacienda descubría que
un contribuyente había evadido un millón de euros a Suiza en el año 2004 (un
ejercicio ya prescrito), solo podía reclamar los rendimientos generados por ese
dinero en los últimos cinco años. Es decir, el capital quedaba salvaguardado,
ya que el delito se cometió en un período prescrito. Con la nueva normativa,
esta situación cambia radicalmente. Un contribuyente que no declare su
patrimonio en el extranjero y sea descubierto por Hacienda deberá ser capaz de
demostrar que esos bienes situados en el extranjero no son fruto de un fraude
fiscal. En caso contrario, se imputarán las rentas descubiertas como una
ganancia patrimonial no declarada y tributarán al marginal del IRPF(hasta el
52%). Y eso con independencia de que el fraude o delito se hubiera producido en
un período ya prescrito.
Un ejemplo: Hacienda detecta a un contribuyente que tiene
tres millones de euros no declarados en un paraíso fiscal. Todo ese dinero,
tributará al 52% y, por lo tanto, la factura fiscal ascenderá a 1.560.000
euros. Sobre esa cuantía, se aplicará una sanción del 150% lo que suponen
2.340.000 euros. Así, sin contar con los intereses de demora –que pueden sumar
medio millón de euros–, la factura fiscal ascenderá a casi cuatro millones de
euros por haber defraudado tres millones. Y, además, en este caso, se abriría
un proceso por la vía penal por delito fiscal.
Este endurecimiento legislativo se realizó en mitad de la
amnistía fiscal que el Gobierno aprobó en marzo de año pasado con la
indisimulada intención de generar temor entre los defraudadores e incentivar
que se acogieran al proceso de regularización, que permitió aflorar rentas
ocultas pagando solo un tipo del 10%. Aun así, Hacienda solo recaudó 1.200
millones por la amnistía cuando había previsto ingresar 2.500 millones.
El Ejecutivo, en cualquier caso, aseguró que el indulto
tributario había permitido aflorar 40.000 millones de euros. Hay que tener en
cuenta que Hacienda, en otro intento de que la amnistía tuviera éxito, decidió
que el dinero aflorado, pero prescrito, quedara libre de tributación. Ello
elevó el número de contribuyente que se acogió al proceso, pero redujo los
ingresos derivados de la amnistía.
Rajoy no aclaró qué parte de los bienes declarados estaban
ocultos y eran desconocidos por la Agencia Tributaria. La nueva medida obligó a
informar a Hacienda del patrimonio (acciones, depósitos bancarios o viviendas)
ubicado fuera de España cuando superaba los 50.000 euros. Entre los
declarantes, se encuentran evasores fiscales que han aflorado bienes ocultos
como contribuyentes cumplidores con dinero y bienes en el extranjero.
En cualquier caso, fuentes de Hacienda aseguran que la
información facilitada ofrecerá ingresos fiscales importantes en el futuro. Un
español que haya reconocido tener una cuenta en Suiza, deberá tributar en
España los intereses que le genere. Hacienda también confía en que la medida
incentive la repatriación de dinero a España. Hay que tener en cuenta que tener
patrimonio en el extranjero no ofrece ninguna ventaja fiscal si Hacienda conoce
su existencia. Los contribuyentes españoles tributan por su renta mundial y,
por lo tanto, las plusvalías generadas fuera deben imputarse en el impuesto
español.
De los 131.411 contribuyentes que presentaron la declaración
informativa, 129.925 eran personas físicas frente a 1.486 empresas. Esta
abismal diferencia ya se esperaba en la medida en que las empresas que tuvieran
registrados sus bienes en su contabilidad.
Rajoy también ha anunciado que el viernes el Consejo de
Ministros aprobará la Ley de Emprendedores que, entre otras medidas, contempla
que las pymes puedan pagar el IVA en el momento de cobrar las facturas y no,
como sucede ahora, cuando se emiten.
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