Adiós a las subvenciones autonómicas a las aerolíneas 'low cost' que operan en aeropuertos 'fantasma'

No habrá más ayudas públicas a aeropuertos 'fantasma'. Bruselas ha exigido a España que acabe con esas subvenciones en aquellas instalaciones en las que no exista una verdadera necesidad de transporte. Las bonificaciones que ha planteado AENA buscan redirigir las operaciones hacia los aeródromos donde hay realmente demanda de viajeros y así incrementar el tráfico.

Esta semana se ha conocido que Aena aplicará a partir de enero del próximo año bonificacines sobre las tasas aeroportuarias a las aerolíneas que contribuyan al crecimiento aéreo total y a aquellas que abran nuevas rutas, incentivos con los que prevé un aumento del 2% del tráfico aéreo en 2014, hasta alcanzar los 4 millones de pasajeros.

Este nuevo sistema de incentivos, que se extenderá a 2015 con el objetivo de consolidar dicho crecimiento, busca favorecer el incremento de pasajeros, la implantación de nuevas rutas y apoyar a las compañías que quieran aumentar su actividad.

Pues bien. Según fuentes conocedoras de los planes de Fomento consultadas por ECD, el Gobierno busca también, como objetivo de fondo, redirigir a las compañías hacia los aeropuertos más rentables de la red, es decir, aquellos en los que hay realmente demanda de viajeros.

Explican que se persigue que las aerolíneas se vean atraídas por estos incentivos, que lógicamente serán más fáciles de obtener en aeropuertos donde hay un mayor volumen de pasajeros, puesto que también será menos complicado conseguir en esa instalación un crecimiento del tráfico.

Sin dinero para aeropuertos no rentables

Además, la Comisión Europea ha advertido a España, a través del Comisario de Competencia Joaquín Almunia, que Bruselas va a exigir que el dinero de los contribuyentes se invierta bien y se dirija realmente donde se necesita. Y en ese sentido está redactando ya una normativa que entrará en vigor a lo largo de 2014.

Esto significa que Europa va a vigilar estrechamente que las ayudas estatales se destinen cuando existe una verdadera necesidad de transporte. Pero, sobre todo, investigará a fondo las subvenciones que se adjudican a aerolíneas para poner en marcha una nueva ruta, en especial a compañías de bajo coste, en territorios donde no hay demanda, ni ninguna necesidad evidente.