Holanda lleva a Rusia ante la justicia para que libere a los activistas de Greenpeace
El Gobierno holandés ha decidido llevar a Rusia ante el
Tribunal Internacional del Mar (Hamburgo) para que libere a la tripulación, así
como el barco Artic Sunrise, de Greenpeace. Una treintena de activistas de la
organización ecologista han sido acusados de piratería, por entrar
supuestamente en aguas territoriales rusas para protestar contra la perforación
petrolífera del Ártico. El grupo asegura que navegaba por aguas
internacionales, pero lleva detenido desde el pasado septiembre. Al ver que el
caso no avanza, Frans Timmermans, titular holandés de Exteriores, ha pedido al
Tribunal que dicte medidas cautelares. Espera con ello que tripulantes y nave
puedan salir mientras esperan el fallo definitivo del caso.
Hace dos semanas, el propio Timmermans abrió un
procedimiento de arbitraje apelando a la Convención del Mar para analizar la
legalidad de la orden de arresto rusa. Al no haber recibido respuesta de Moscú,
ha acudido al Tribunal. “Los rusos saben que es posible requerir este tipo de
medidas provisionales”, ha dicho el ministro. Greenpeace, por su parte, afirma
que la situación es absurda y los derechos de sus compañeros están siendo
vulnerados.
El pasado 9 de octubre, las autoridades rusas anunciaron el
hallazgo de drogas en el Artic Sunrise y no descartan endurecer la acusación.
La organización ha recordado que lleva semanas sin entrar en la nave, que ya
fue registrada sin novedad en Noruega antes de poner rumbo al Ártico ruso. El
Artic Sunrise navega bajo bandera holandesa, pero entre sus tripulantes hay
activistas de Australia, Canadá, Reino Unido, Dinamarca, Brasil, Polonia,
Turquía y Francia, entre otros.
El activista polaco Tomasz Dziemianczuk, en los juzgados de
Múrmansk, Rusia, este lunes. / IGOR PODGORNY/GREENPEACE/HO (EFE)
Su situación es anterior a los choques diplomáticos
registrados entre Holanda y Rusia en los últimos días. Primero fue la detención
del canciller de la embajada rusa en Holanda, por presunto abuso de menores.
Según la policía estaba borracho y pegando a sus hijos, y por eso le llevaron a
comisaría. Como goza de inmunidad, el Gobierno pidió disculpas a Moscú. De
momento, no piensa sancionar a los agentes, hecho que ha irritado al presidente
Putin, que exige un castigo ejemplar. Poco después, el canciller de la embajada
holandesa en Rusia resultó víctima de un ataque homófobo en su domicilio. La
policía rusa ha abierto una investigación penal para aclarar los hechos.
El pasado viernes fue asaltado un edificio cercano a la embajada
rusa en La Haya, ocupado por su personal. Holanda cree que se trata de un robo
corriente. Con todo, se mantiene la visita de Estado de los reyes Guillermo
Alejandro y Máxima a Rusia, prevista para el 9 de noviembre. Cerrarán un año
difícil para las relaciones entre ambos países, que comparten grandes intereses
comerciales.
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