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Los 17 consejos que debes seguir si no quieres pasarlo mal en el avión

Los aviones son un medio de transporte rápido, pero muy poco confortable. (Corbis)
 
Los aviones son un medio de transporte rápido, pero muy poco confortable.
Ahora que el buen tiempo empieza a asomarse por detrás de las nubes y comenzamos a diseñar nuestros planes estivales, la perspectiva de tener que montarnos en un avión vuelve a ser una posibilidad bastante plausible. No son pocos los que odian dichos desplazamientos, y no únicamente por el hipotético peligro que nuestra integridad física puede correr, sino porque no cabe ninguna duda de que son fatigosos e incómodos.
 
Tenemos que presentarnos en el aeropuerto (que suele encontrarse en las afueras de la ciudad) horas antes de la salida del vuelo, aguantar colas para tomar asiento, esperar al despegue, convivir en un espacio reducido con otros viajeros y altos niveles de ruido, cuando no con turbulencias, y al llegar a nuestro destino, recoger la maleta y enfrentarse, agotados, a una realidad totalmente distinta.
 
Con el objetivo de facilitar dicho trance a los viajeros, el fundador del blog de estilo masculino Real Man Real Style Antonio Centeno ha explicado sus recomendaciones, extraídas tras largos años de viajes continuos. A continuación recogemos algunos de los más prácticos y que, aunque parezcan dictados por la lógica, solemos pasar por alto con demasiada frecuencia.
 
Lleva ropa cómoda
 
Una advertencia que encontraremos en cualquier agencia de viajes o guía turística, pero que solemos obviar hasta que nos vemos en un estrechísimo asiento vestidos de traje y corbata.
 
Los zapatos, mejor sin cordones
 
Pasar por el detector de metales ya es lo suficientemente traumático como para que nosotros mismos lo compliquemos aún más. Si podemos portar mocasines u otra clase de calzado sin cordones, nos ahorraremos tener que desatarlos en el caso de que los encargados de seguridad nos lo soliciten.
 
Cuidado con el cinturón
 
Algo semejante ocurre con el cinturón, otro de esos complementos que tendremos que quitarnos en el control. Centeno recomienda cinturones de hebilla desmontable para evitarnos tener que retirar el cinto por completo.
 
Asegúrate de que las maletas son buenas
 
Resulta tentador gastarse el mínimo en una maleta, pero el periodista recuerda que una de mala calidad puede resultar altamente perjudicial para su contenido y, a la larga, hacernos gastar más dinero en caso de que este resulte dañado o perdido. Un buen equipaje nos durará muchos años y nos evitará sorpresas inesperadas.
 
Haz listas de lo que necesitas llevar y déjalas en la maleta
 
Centeno tiene un peculiar pero práctico modo de hacer el equipaje: sus maletas contienen listas de lo que se suele necesitar en un viaje, por lo que no ha de hacer memoria para recordar todo lo necesario antes de salir de viaje, sino que no tiene más que consultar dichos listados para confeccionar su equipaje.
 
Pon tu nombre a la maleta
 
Algo que casi todo el mundo hace, pero que resulta vital en el caso no tan improbable de que el equipaje se pierda o, incluso, de pueda confundirse con otras valijas semejantes en la cinta del aeropuerto.
 
 
No factures si no tienes por qué hacerlo
 
Aunque las líneas low cost han convertido en habitual aquello que en tiempos no era más que un capricho puntual, Centeno recuerda que si podemos cargar nosotros mismos con la maleta hasta la aeronave, nos podremos cerciorar personalmente de que esta no se extravía y ahorraremos tiempo de espera al llegar, pues no tendremos que recoger nuestro equipaje, lo que puede suponer una media hora.
 
Mete en la maleta ropa polivalente
 
El autor se vanagloria de que es capaz de introducir en una única maleta ropa para dos semanas completas: el truco se encuentra en introducir prendas que combinen con cualquier cosa y que puedan utilizarse en diferentes ocasiones. Una estrategia adicional es llevar puesta encima la ropa más pesada, para ahorrar espacio.
 
Lleva siempre una muda en el equipaje de mano
 
Cuando la maleta se interna en el túnel del mostrador de facturación, no podemos estar seguros de cuándo la volveremos a ver. Por eso, como perro viejo de los viajes que es, Centeno recomienda llevar siempre en el equipaje de mano una muda. Por lo que pueda pasar.
 
Utiliza ropa con bolsillos
 
El billete, los documentos de identidad, calderilla para comprar algo en el duty free… Si tienes que viajar, cerciórate que tus prendas tienen los suficientes bolsillos como para garantizar que tus manos estén ocupadas exclusivamente por tu bolsa de mano o maleta.
 
Bebe agua antes de subir al avión
 
Los viajes en avión producen un gran efecto de deshidratación, puesto que la humedad relativa del aire en cabina es del 20%, entre un 20 y un 50% menos que en otras estancias cerradas, algo que suele causar sequedad de ojos, boca y piel. Bebe una botella de agua antes de entrar y asegúrate de pasar por el cuarto de baño.
 
Dúchate antes de salir de casa (o del hotel)
 
Aunque nuestra rutina sea la de ducharnos por la mañana, Centeno sugiere que es preferible hacerlo justo antes de salir para el aeropuerto, especialmente si se trata de viajes particularmente largos, puesto que los efectos de la limpieza se dejarán notar durante más tiempo.
 
Compra un audiolibro
 
En España apenas se venden esta clase de libros, pero el veterano viajero recuerda que pocas cosas más placenteras existen que observar las nubes mientras una bonita voz te acompaña durante todo tu viaje narrándote una apasionante historia.
 
Asegúrate de que utilizas tu reposabrazos (y no el de los demás)
 
¿Qué reposabrazos nos corresponde en nuestro asiento? Un avión no es la jungla, y debemos atender a la siguiente regla no escrita: si nos encontramos en el lado de la ventanilla, será el de ese lado, puesto que podremos reclinarnos sobre la pared; si, por el contrario, estamos en el pasillo, nuestro reposabrazos será el que dé al pasillo. Debemos ceder los dos reposabrazos a aquel que se siente en el centro, puesto que a diferencia del resto, no puede reclinarse hacia ninguno de los dos lados restantes.
 
Date tiempo
 
Lo más importante de todo, recuerda Centeno, y también, lo más difícil de cumplir. ¿En qué consiste? Básicamente, en no tener prisa: levántate pronto, sal con tiempo, relájate cuando llegues a tu destino y cuando vuelvas a casa después de las vacaciones no corras por volver a la rutina cotidiana. Han vivido sin ti unos cuantos días, pueden seguir haciéndolo durante unas horas más. 

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