¿Cuánto vale Aena? BBVA dice que de 4.000 a 9.900 millones
Los coordinadores globales de la colocación
no quieren pillarse los dedos en esta OPV, y han publicado informes con unas
horquillas de valoración de la compañía extremadamente amplias. Las entidades
encargadas de llevar a buen puerto la OPV, que cobrarán un 0,19% del importe
que coloquen entre los inversores institucionales, son Bank of America Merrill
Lynch, Goldman Sachs, Morgan Stanley, Santander y BBVA. Esta última entidad
ofrece una valoración para Aena que va desde los 4.000 millones (26,7 euros por
acción) a los 9.900 millones de euros (66 euros por título), según el informe,
fechado el 9 de octubre.
Eso sí, después afirma que una horquilla más
ajustada iría de los 5.900 a los 9.700 millones de euros. “En esa banda
orientativa cabe prácticamente todo, apenas orienta”, señala un analista que
prefiere no ser identificado. Société Générale, que no es coordinador pero sí
colocador, ha publicado un informe que otorga un valor a Aena de entre 5.700 y
8.100 millones.
BBVA explica que la parte baja de la
valoración implica una valoración de 7,9 veces el ebitda estimado para 2015
(1.853 millones de euros) respecto a la capitalización más la deuda financiera
neta estimada para ese mismo ejercicio. Esta es la ratio de los rivales
directos de Aena que cotizan actualmente más baratos en Bolsa.
La parte alta corresponde “al resultado de
descontar a nuestro escenario base la asunción de computar un coste de capital
del 8% e incluir el valor completo del valor de los activos inmobiliarios”. “De
cualquier forma, creemos que un rango de valoración de 5.900 a 9.700 millones
podría ser más apropiado”. La parte baja implica 8,9 veces el valor de empresa
frente al ebitda calculado para 2015.
Valoración "adecuada"
La salida a Bolsa de Aena no tiene vuelta
atrás, la valoración es la adecuada y el retraso no es una cuestión de estrategia
ni de disputas entre ministerios, según el Gobierno. Pero si el folleto de la
OPV no está listo el viernes, no habrá tiempo para que debute el próximo 12 de
noviembre.
El
pistoletazo de salida de la privatización de Aena arrancó el pasado junio: el
Consejo de Ministros dio luz verde a la venta del 49% del capital del gestor de
aeropuertos. Todo iba viento en popa hasta el pasado viernes, cuando el mercado
esperaba que la CNMV validara al folleto de la oferta pública de venta (OPV).
Pese a que el folleto no vio la luz, desde
Aena se aseguró que mantenían el calendario de la operación, con el objetivo de
que la compañía debutara en la Bolsa el 12 de noviembre.
El director de la Oficina Económica del
Gobierno, Álvaro Nadal, reiteró ayer que la privatización, la mayor en los
últimos 16 años, es una “decisión ya tomada”, para la que “no hay vuelta atrás”
y añadió que el retraso que se ha producido responde a problemas técnicos,
según declaraciones recogidas por Europa Press.
Nadal también afirmó que la valoración
publicada el pasado viernes por el consejo consultivo de privatizaciones es
“más que razonable”. La horquilla de precios va de los 6.225 millones de euros
(41,5 euros por acción) para el 100% a los 8.025 millones de euros (53,5 euros
por título). Este rango, señaló, supone unas 10 veces el beneficio operativo
bruto (ebitda) respecto al valor de empresa ( la capitalización más la deuda
neta, de unos 11.400 millones). Eso sí, el jefe de la Oficina Económica
advirtió que había tener en cuenta las condiciones del mercado, según recoge
Reuters.
La explicación al parón en el Consejo de
Ministro es meramente técnica: queda por dilucidar si la carta de conformidad
respecto a las cuentas de Aena debe hacerla PwC, la auditora de la compañía de
toda la vida, o debe sacarse a concurso público. De hecho, se ha preguntado a
la Abogacía del Estado con el objetivo de que dé su visto bueno a la auditora.
Si finalmente se determina que hay que es necesario convocar un concurso, los
plazos se incumplirían y la salida a Bolsa no podría realizarse en 2014.
El ministro de Economía, Luis de Guindos,
reiteró que el retraso no se debe ni a la valoración ni a a cuestiones
fundamentales de estrategia, sino a una mera cuestión de procedimiento,
relativa a la forma de seleccionar a la compañía encargada de formular la carta
de conformidad. “Se ha identificado un trámite que se ha pensado que había que
pedir información adicional. [...] Es preciso ser extremadamente escrupulosos
con esta operación”, señaló según recoge Efe.
Fuentes jurídicas aseguran que este tema es
de menor importancia y que lo lógico es que sea el auditor de las cuentas sea
el que firme ese documento, importante sobre todo para los bancos coordinadores
y colocadores de la OPV. Así se ha hecho siempre en todas las privatizaciones
de los últimos tiempos y es la práctica habitual en las salidas a Bolsa de todo
el planeta.
Fuentes conocedoras de la situación indican
que el parón de último momento no se debe exclusivamente a cuestiones formales,
sino a desacuerdos de mayor calado entre los ministerios con responsabilidad en
la privatización. Los tres socios que formarán el núcleo duro de la compañía,
con un 21% en conjunto, se han comprometido a comprar entre el 8% (los March a
través de Corporación Alba), y el 6,5%. Los Del Pino, a través de Ferrovial,
comprarán este porcentaje, exactamente el mismo que el comprará el hedge fund
británico The Children’s Investment (TCI). Eso sí, los precios por acción que
han ofrecido oscilan entre los 53,33 euros de Corporación Alba y los 48,66 de
Ferrovial.
El fondo inglés ha comprometido 51,16 euros por
acción, si bien la diferencia está en que sus dos compañeros de viaje se han
comprometido a pagar 0,15 euros por acción (March) y 0,10 euros (Ferrovial)
adicionales sobre el precio institucional de la OPV. El compromiso de entrar en
el núcleo duro a esos precios tiene una duración de seis meses a contar desde
el 16 de octubre. Si el precio institucional para el 28% del capital que sale a
Bolsa superase lo ofrecido, no tendrían la obligación
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