La ONU avisa de que el conflicto en Ucrania se cobra ya 1.100 muertos
El derribo del avión de Malaysia
Airlines podría ser considerado un crimen de guerra, según la ONU. Pero las
cifras del conflicto en Ucrania son ya, sin necesidad de retorcer el lenguaje,
propias de una guerra en toda regla: Naciones Unidas denunció este lunes en un
informe presentado en Ginebra que al menos 1.129 personas han muerto desde el
pasado abril, 3.442 han resultado heridas y hay más de 100.000 desplazados. “La
situación es extremadamente alarmante”, afirmó la alta comisionada de Derechos
Humanos, Navi Pillay.
La ONU acusa a los ucranios y a
los prorrusos de no hacer lo suficiente para impedir las víctimas civiles en
las operaciones militares. En el caso de los separatistas, además, asegura que
atacan deliberadamente instituciones públicas, explotaciones mineras y vías
ferroviarias, además de robar bancos. “Los combates son cada vez más intensos
en las regiones de Donetsk y Lugansk [al Este de Ucrania], con ambas partes
usando armas pesadas, incluyendo artillería, tanques y misiles”, dijo Pillay. La
ONU denuncia secuestros y detenciones indiscriminadas, y tiene evidencias de
torturas y malos tratos. La misión ha constatado también numerosas ejecuciones,
tras juicios sumarísimos por parte de “tribunales militares” sin las mínimas
garantías jurídicas.
El derribo del avión de Malaysia
Airlines el 17 de julio fue una violación del derecho internacional y, dadas
las circunstancias, “puede ser un crimen de guerra”, según Pillay. “Es
imperativa una investigación rápida, completa e independiente sobre este
hecho”, recalcó la alta comisionada.
El informe califica de
“desesperada” la situación en el Este, con 104 edificios en manos de grupos
armados, de los que 24 son instalaciones militares. La situación se ha
deteriorado hasta tal extremo que hay ya decenas de miles de desplazados, y esa
cifra no hará sino aumentar en las próximas semanas: la ONU augura una nueva
oleada de desplazados de la península de Crimea —anexionada por Rusia en marzo—
en los próximos meses, a causa del acoso que están sufriendo allí algunas
minorías. “El continuo acoso y la discriminación contra ucranianos, tártaros y
representantes de minorías en general” pueden dar paso a “un nuevo éxodo”,
vaticina el informe. La ONU estima que, hasta ahora, unas 14.000 personas han
abandonado Crimea para instalarse en otras zonas de Ucrania.
El conflicto está dejando también
profundas cicatrices en la economía. La ONU destaca que la escalada bélica
costará centenares de millones de euros a Kiev y tendrá un impacto muy negativo
sobre la economía ucraniana, en recesión y muy castigada por el parón del
sector industrial, y obligada a acometer un sensacional paquete de reformas
económicas como condición para obtener la ayuda —en forma de préstamos— del
FMI.
Asimismo, la ONU reveló también
que los grupos armados separatistas prorrusos que combaten en el este de
Ucrania se han “profesionalizado” y se están uniendo bajo un comando unificado
de líderes que, en muchos casos, son de nacionalidad rusa, reveló hoy la ONU.
“Lo que antes eran grupos armados anárquicos con diferentes lealtades y agendas
se están uniendo bajo un comando central”, según el informe.
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