El Banco de España advierte del riesgo de una "fatiga reformadora"
El gobernador del Banco de
España, Luis María Linde, declaró ayer que España no está en deflación y que no
ve “ningún riesgo” de que así sea, después de que el Instituto Nacional de
Estadística (INE) haya confirmado que el índice de precios de consumo (IPC)
aumentó en octubre un 0,4% respecto a septiembre y recortó cuatro décimas su
tasa interanual, hasta alcanzar una tasa negativa del 0,1%, su primera tasa
negativa en cuatro años (desde octubre de 2009).
En una conferencia en el Círculo
de Economía de Barcelona sobre la salida de la crisis, Linde atribuyó el dato
de octubre a una cuestión coyuntural influida por la caída de precios de los
alimentos. E insistió en que la previsión es que España acabará el año con una
inflación ligeramente por debajo del 1%.
Linde añadió como parte positiva
que este nivel de precios “ayuda a la recuperación”, mejorando la
competitividad y atenuando la evolución a la baja del nivel adquisitivo de los
salarios por los ajustes de la crisis.
También explicó que en términos
de competitividad, los avances desde 2008 han sido muy significativos en
España. Así, según las estimaciones de esta institución “a comienzos de 2014
habremos recuperado, frente a la media de los países de la UME, toda la
competitividad perdida entre 2000 y 2008”.
El gobernador aprovechó este acto
para advertir del riesgo de que se produzca en España una “fatiga reformadora”
que acabe afectando a la incipiente recuperación de la economía del país. Pese
a esta declaración, matizó que los efectos “favorables que están empezando a
surtir de las medidas de consolidación fiscal y las reformas estructurales deberían
servir de acicate para mantener estas políticas” nacionales.
Linde también quiso lanzar un
mensaje de moderado optimismo al asegurar que todos los indicadores económicos
apuntan a una paulatina recuperación de la zona euro, que se afianzará en 2014
y 2015. Explicó que, según las previsiones disponibles, el área del euro no
recuperará el nivel de PIB existente a principios de 2008 hasta, al menos,
2015.
“En términos de empleo, la brecha
tardará aún más tiempo en cerrarse”, declaró. Un reto fundamental al que se
enfrenta la economía española, según Linde, “es trasvasar los recursos
productivos excedentes en sectores no comerciables hacia otros con mayor
potencial de crecimiento y exportación”. Ycitó que a nivel agregado, entre 2007
y 2012, “se ha destruido un 8% de las empresas existentes en 2007, mientras que
en el sector de la construcción la desaparición de empresas ha superado el
30%”. En las ramas industriales y de servicios, dentro de su elevada
heterogeneidad, se aprecian algunas señales positivas”.
En esta conferencia tampoco faltó
una mención a la caída del crédito en España. Aseguró que tras el
desapalancamiento por el que atraviesa la economía “es probable que el crédito
al sector privado, a nivel agregado, tarde todavía algún tiempo en alcanzar tasas
positivas”, sobre todo para las pymes, segmento que es “particularmente
vulnerable a situaciones de crisis como la vivida”.
Sobre las medidas puestas en
marcha por el Banco Central Europeo (BCE) para paliar la crisis, Linde aseguró,
que en su opinión, el BCE “ha hecho frente con acierto a sus responsabilidades”.
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