La renovación de 32 aviones de Iberia depende de un pacto laboral urgente
El verano, la renovación de la marca, el traslado de sede,
el cambio de dirección y la celebración del día del inversor de IAG han ido
dilatando la negociación entre Iberia y sus sindicatos en busca de una mayor
productividad para sacar a la empresa de pérdidas. Durante este tiempo, marcado
por la mediación de Gregorio Tudela y con Luis Gallego ya al frente, las aguas
han ido calmándose y plantilla y dirección afrontan ahora un mes decisivo para
el futuro de la aerolínea.
El consejero delegado espera alcanzar acuerdos a lo largo de
diciembre con el personal de tierra, tripulantes de cabina de pasajeros (TCP).
Y los representantes de los trabajadores parecen por la labor. “Como mínimo
sabremos antes de Navidad si nos encaminamos hacia el pacto. Otra cosa es que
queden flecos para cerrar en las primeras semanas de 2014”, explica uno de los
interlocutores sindicales de Gallego.
Del consenso depende que Iberia pueda ejecutar una parte o
el todo de las 32 opciones que tiene firmadas con Airbus sobre aviones A350. El
valor de compra supera los 6.000 millones. El fabricante espera respuesta antes
del 31 de diciembre y fuentes solventes aseguran que esta es una de las bazas
que Iberia utiliza ante los sindicatos. Sólo con un pacto de productividad
habrá compras.
Las mismas fuentes indican que, de no ejercerse ahora los
derechos de adquisición, lo normal es que Airbus pusiera a Iberia a esperar
cola. El nuevo plazo para encargar los A350 podría ser de dos años. Al margen
de estas opciones, la aerolínea española cuenta con otras ocho sobre Airbus
330, como los que está recibiendo entre 2013 y 2014, pendientes también de la
vuelta a la senda de la rentabilidad.
Todos son conscientes de que buena parte de la viabilidad de
la compañía depende del ahorro en combustible. Una partida a la que Iberia dedica
el 40% de sus costes. “He terminado recientemente el curso con los nuevos A330
y el ahorro de combustible respecto a la flota más antigua es del 30%”, asegura
Justo Peral, piloto y jefe del Sepla en Iberia.
El futuro de la ‘low cost’
Si la modernización de la flota es toda una herramienta de
presión en manos de la empresa, máxime cuando se percibe cómo IAG está
potenciando a Vueling, la plantilla de Iberia tiene como una de sus principales
bazas a favor el futuro de Iberia Express. Su desarrollo, bloqueado por el
laudo de Jaime Montalvo para poner fin al conflicto con los pilotos, pasa por
un acuerdo entre dirección y el sindicato Sepla. El laudo está vigente hasta el
31 de diciembre de 2014, pero sería aparcado si se firma un nuevo convenio.
Peral asegura que las posturas no distan demasiado: “Es cuestión de una tarde”,
ha declarado. Gallego no lo ve tan fácil. Ambos se ven este lunes.
Desde el Sepla se plantea la desaparición de la low cost
como postura de máximos, una vez que la plantilla acerque sus costes a los de
Vueling o Easyjet. Una idea que no figura en los planes de IAG, que pretende
hacer de Express una especie de Vueling en Madrid que alimente el largo radio
de Iberia.
Las otras opciones son mantener la filial en paralelo, con
un sistema de vasos comunicantes por el que las plantillas puedan pasar de una
a otra compañía, o integrarla por debajo de Iberia como nivel de entrada para
los trabajadores que vayan incorporándose al grupo.
Primeras exigencias del Plan de Futuro
Las claves del crecimiento de Iberia a cinco años vista,
plasmadas en el Plan de Futuro, han empezado a delizarse a los sindicatos del
personal de tierra (aeropuertos y mantenimiento) y esta semana se abren las
negociaciones con los de vuelo (TCP y pilotos). A los empleados de handling se
les ha pedido aumentar los días de presencia en los aeropuertos de 214 a 239 al
año; flexibilidad para poder fraccionar el 30% de las jornadas anuales;
programación de vacaciones cuando hay menos carga de trabajo o la imposición de
un nuevo sistema de contratación de eventuales. En cuanto al equipo de
mantenimiento, se exige más flexibilidad en la jornada, la reorganización de
los departamentos o más subcontratas.
Los sindicatos de tierra (UGT, USO, Asetma y CC OO) demandan
a la dirección que detalle más sus propuestas y, sobre todo, que las medidas de
productividad no impliquen nuevas rebajas salariales. Tras la mediación del
catedrático de Derecho del Trabajo Gregorio Tudela, la plantilla de handling y
mantenimiento vio recortado su salario un 11% (7% inicial más un 4% adicional
por no haber alcanzado un acuerdo de alza en la productividad).
A partir de este primer encuentro, los pilotos del Sepla
pasan por el despacho de Gallego el lunes y los TCP lo harán el jueves. De momento,
Iberia no está mostrando mucho más que el documento que exhibió IAG en la
reunión con analistas e inversores celebrada el pasado día 15.
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