Una sentencia que saca a luz la campaña contra Ryanair
Ningún medio de comunicación ha
publicado la decisión del 11 de noviembre del Tribunal Supremo español en la
que le da la razón a la compañía aérea Ryanair en su demanda contra el medio de
comunicación que afirmó que los incidentes con sus aviones, en julio de 2013,
cuando llegaron a Valencia en situación de emergencia por falta de combustible,
eran culpa de la compañía. El Supremo, además, por si cabía alguna duda,
ratifica una sentencia de la Audiencia de Provincial que había revocado la
decisión de juez que inicialmente había dado la razón al medio de comunicación.
ryanair_jmNadie publicó la
sentencia, así como nadie ha recordado que la ministra de Fomento envió a un
alto cargo de su ministerio a Barajas, para controlar los aviones, e incluso
hizo gestiones ante la autoridad de Aviación Civil de Irlanda, haciendo creer a
los viajeros que esta compañía ponía en riesgo a los pasajeros por actuar de
forma irresponsable. ¿Cuántos de ustedes recuerdan el ruido que se armó? Sin
embargo, en rectificar se invierte cero espacio. Salvo que pensemos que tanto
los jueces de la Audiencia como del Tribunal Supremo tomaron su decisión sin
estudiar las evidencias que aportó la compañía en su defensa. Que también somos
capaces de decirlo. Probablemente alguna de las respuestas a este artículo
vayan por ahí.
Ryanair es una compañía que,
efectivamente, ha cometido muchas tropelías contra sus pasajeros o, si lo
prefieren, contra su propia imagen: durante mucho tiempo ha publicado precios
que no incluían todos los conceptos, era extremadamente desagradable en el
trato a sus pasajeros exigiéndoles un cumplimiento a ultranza de las medidas de
sus maletas, o intentaba de cualquier forma vendernos lo más inverosímil. Y qué
vamos a decir de la calidad de sus relaciones laborales. No hablemos del estilo
que paseó por Europa el hoy mudo director general de la compañía. Sin embargo,
hay que reconocer que en algunos casos, Ryanair ha corregido estas prácticas,
cosa que varias de sus competidoras mantienen sin rubor alguno.
Hoy es más probable
que sea en una web de la competencia que de Ryanair donde nos encontremos con
una notable diferencia entre el precio anunciado y el que se paga finalmente;
es más probable que sea en una cola de embarque de una compañía de la
competencia donde haya pasajeros reordenando sus maletas para colocar un
segundo bulto que no en Ryanair. Hace pocos días, unos pilotos reconocían que
hoy los salarios más bajos del mercado están en las compañías de bandera y no
en las tradicionales ‘low cost’, aunque otros colectivos siguen igual de
maltratados.
Este país, donde se hizo una
campaña increíble contra la aerolínea irlandesa, en cambio paga jugosas
subvenciones públicas a la compañía para que vuele a diversos aeropuertos
regionales, ignorando que con ello se está incurriendo en prácticas contrarias
a la libre competencia, habitualmente perseguidas por las autoridades
comunitarias.
Sin embargo, el asunto de la
seguridad es más grave y son argumentos mayores. Ryanair ha sido acusada de no
cumplir las normas de seguridad aérea, como en el caso de los tres aviones que
aterrizaron en Valencia, en situación de emergencia. La compañía ha demostrado
que eso no es así, que sus aviones se han ajustado a la normativa en vigor, por
lo que los jueces han reconocido que tiene derecho a que su honor vaya
concepto aplicado a una empresa no puede ser manchado.
¿Por qué prácticamente
nadie cuestionó la seguridad de LanChile, que el mismo día en que le pasó esto
a Ryanair, tuvo también uno de sus aviones en emergencia en Valencia, debido al
mismo problema en Madrid? Desde aquella fecha, como ocurría antes y como
ocurrirá en el futuro, aviones de diversas líneas aéreas han registrado
incidentes similares, pese a que también cumplen con la normativa.
Porque, como
es comprensible, las reservas de combustible tienen límites y si las cosas se
complican demasiado, puede haber riesgos. Aquí la cuestión clave es si la
compañía cumple o no con lo que establece la legislación. Y la sentencia no
deja lugar a dudas.
Muchos dicen que Ryanair aplica
la normativa en su margen mínimo. No lo sé, pero probablemente sea así. Pero
esto es como decir que si la velocidad en una calle está limitada a 60, no se
debe circular a 59 kilómetros por hora. ¿Pero la normativa no dice 60? ¿Quién
establece cuál es el margen adicional que hay que aplicar? ¿Por qué, si es
mejor ir a 50, no se cambia la norma? ¿Por qué si hubiera que llevar mucho más
combustible de reserva, no se cambia la norma? En un momento, contra Ryanair
valía incluso una supuesta obligación de cumplir las normas en exceso. Y eso
sólo se aplica a la irlandesa.
¿Se acuerdan cuando por cualquier
motivo, incluso el más frecuente, el más normal, todos los días alguien
filtraba una noticia en contra de la aerolínea irlandesa?
Yo nunca tuve dudas de la calidad
de la operativa de Ryanair, desde el punto de vista de la seguridad, por una
sencilla razón: Ryanair opera desde hace años con bases en países con el rigor
de Alemania, Francia, Gran Bretaña o Suecia, sin que nunca las autoridades de
aviación hayan presentado objeciones.
Nos es que Ryanair haya sido recibida con
los brazos abiertos en estos países, por que algo tiene que ver con la crisis
de Lufthansa, de Air Berlín, de Air France, de British Airways, de Air Lingus o
de SAS, y por supuesto con el cierre de BM y de muchas otras aerolíneas que no
han podido resistir su presión comercial. Pero entre competir y acusar en falso
va un tramo.
Lo que ocurre es que en otros
países se han preocupado por luchar contra Ryanair exigiendo que esta cumpla
con la ley en materia laboral (Francia), obligándola a ser transparente en su
relación con clientes (Gran Bretaña), pero no ventilando el fantasma infundado
de la seguridad, que eso no es admisible cuando no hay sustento real. En España
no.
Lamentablemente, al centrarnos en
acusar a la irlandesa de lo que no es cierto, hemos dejado que sus abusos,
especialmente en materia laboral, siguieran intactos. Incluso, ahora mismo está
empezando a gozar de situaciones de monopolio en varias líneas, lo cual explota
con el mismo descaro que harían sus competidoras, sin que nadie en España
reaccione.
Nos pasamos en lo que no es
verdad y nos quedamos cortos en lo que sería de justicia.
Publicado por; Preferente.com
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