El BNG presenta este viernes en Europa una denuncia contra España por el accidente de Angrois
La portavoz del BNG en Europa,
Ana Miranda, presentará este viernes en la Secretaría General de la Comisión
Europea una denuncia contra el Estado español por infracción del derecho
comunitario en materia de seguridad ferroviaria, en relación con el accidente
del tren Alvia que ocurrió hace ahora casi cuatro años en el barrio
compostelano de Angrois. Murieron 80 personas y 144 resultaron heridas.
En el texto, que recoge Europa
Press, la nacionalista, vicepresidenta de Alianza Libre Europea, considera que
debe abrirse un nuevo procedimiento de infracción contra España "por la
vulneración de la normativa europea aplicable sobre seguridad e
interoperabilidad ferroviaria".
En concreto, se centra en el
mismo punto que trata de dirimir en estos momentos la causa en los juzgados
compostelanos: el control integral --abarcando todos los subsistemas-- de los
riesgos y "la verificación de cambios sustanciales" en la seguridad
ferroviaria concernientes tanto a la línea que conecta Ourense-Santiago como al
tren Alvia y a "las condiciones de seguridad" del proyecto.
"La normativa comunitaria
exige que los Estados miembro velen por que la responsabilidad de la
explotación segura del sistema ferroviario y del control de riesgos creados en
él corresponda a los administradores de la infraestructura y a las empresas
ferroviarias, en el caso español, a Adif y Renfe, que tienen que aplicar
obligatoriamente las medidas necesarias de control de riesgos conforme a la
directiva de 2004 de seguridad", subraya en la denuncia.
Este viernes, cuando se cumple
justamente un año de la revelación del informe de la Agencia Ferroviaria
Europea sobre la CIAF (comisión de investigación de accidentes ferroviarios),
Miranda la registrará en Bruselas. El lunes prevé reunirse con el jefe de
gabinete de la comisaria de Transportes, Violeta Bulc, que en los últimos meses
se ha mostrado muy comprometida con las víctimas del accidente.
TRASPOSICIÓN
Tras un detalle pormenorizado de
la normativa de la Unión Europea "infringida" --directivas,
reglamentos, decisiones y recomendaciones--, la argumentación de la denuncia
concluye, en primer lugar, que el Estado español incorporó "de forma
parcial" y no dentro del plazo exigido la directiva de seguridad
ferroviaria al derecho interno español, con un decreto de 2007.
"Como estaba incompleta la
trasposición y con el objeto de completarla y cumplir los requisitos fijados
por la Comisión Europea, fue completado, con posterioridad, solo después del
accidente del tren Alvia", afirma, en alusión a otro decreto de 2014 (por
el que se regula la investigación de los accidentes e incidentes ferroviarios y
la CIAF).
La presentación de este documento
por parte del Bloque se produce después de que la Comisión Europea haya escrito
esta semana a la CIAF, para invitarle a reabrir la investigación sobre el
siniestro de la curva de A Grandeira.
En una comunicación a la
plataforma de afectados, la comisaria Violeta Bulc recordó que un anterior
procedimiento de infracción relacionado, precisamente, con la falta de
independencia de la CIAF, fue ya archivado tras las medidas que adoptó el
Gobierno español.
OTRO PROCEDIMIENTO DE INFRACCIÓN
Sin embargo, añadió que
"ello no significa que la Comisión no pueda abrir un nuevo procedimiento
de infracción basado en otras deficiencias o en incumplimientos de la
legislación de la UE", y adelantó su intención de pedir a la Agencia
Ferroviaria Europea un nuevo informe sobre "la situación de la aplicación
de la normativa de la UE sobre seguridad e interoperabilidad en España".
Esta medida la presentó, de hecho, como "paralela y distinta" a las
impulsadas hasta ahora.
La propia Ana Miranda, en
declaraciones a Europa Press, ha destacado que en la reunión que mantuvo con
Bulc el pasado abril en Estrasburgo le dejó claro este extremo: que la puerta
no está cerrada a otro procedimiento de infracción.
Así las cosas, la portavoz del
BNG formaliza este viernes la solicitud de apertura de un nuevo procedimiento
de infracción contra España por, supuestamente, no evaluar los riesgos.
"De haberlos evaluado, la línea no estaría en marcha con ese material, y
el accidente no se habría producido", ha advertido la nacionalista.
Al respecto, ha incidido en que,
"de cumplirse la normativa, los riesgos estarían determinados y habría
medidas paliativas y correctoras para que no quedara la seguridad en las manos
solo de una persona".
Precisamente el instructor del
caso acaba de reclamar un informe a la Agencia Ferroviaria Europea sobre estos
aspectos, acerca de los cuales el organismo comunitario ya se pronunció tanto
en su anterior escrito sobre la indagación que hizo la CIAF como en una
respuesta a los afectados, dejando claro que la evaluación de la peligrosidad
era preceptiva y no se hizo adecuadamente.
RENFE, ADIF Y FOMENTO
La denuncia que presenta Miranda
apunta al incumplimiento del reglamento de 2009 sobre la adopción de un método
común de seguridad pues, según argumenta, "los responsables del Gobierno
español a través de sus funciones y responsabilidades jurídicas y corporativas,
tanto de la operadora como del administrador y de los responsables políticos,
no garantizaron el control de los riesgos".
No garantizaron tampoco, según
añade, "la efectividad del sistema de gestión de seguridad" mediante
evaluaciones de riesgo sobre el diseño de los cometidos de los conductores de
tren y el diseño del material rodante del tren Alvia serie 730, así como de sus
posteriores modificaciones antes de que la línea entrase en servicio y con
posterioridad hasta el trágico día del accidente.
Señala directamente a Renfe, a
Adif y también al Gobierno de España, por el Ministerio de Fomento y la
Dirección General de Ferrocarriles. A esta última la vincula con la
autorización y certificación de seguridad en relación con la línea y el tren.
A modo de resumen, al término del
texto, llama la atención sobre que la evaluación "específica" de
riesgos "debe incluir" la identificación de posibles peligros en la
conducción por la interacción entre subsistemas, "en condiciones
operativas normales y complicadas".
Agrega una referencia a la
"conexión con el personal de conducción y de tráfico cuando el tren viaja
desde la cabecera hasta el final de la línea o a un tramo alternativo y su
conexión a la red existentes".
Por último, habla de la
"viabilidad del diseño en las distintas fases de construcción" y
resalta que el análisis debe promover su aplicación en las líneas que ya están
en servicio.
UNOS SEIS MESES
Ana Miranda ha explicado a Europa
Press que este tipo de denuncias suelen implicar un plazo de unos 15 días para
que la Comisión certifique el registro y otros seis meses después,
aproximadamente, para que indique si es admisible o no.
En este contexto, la portavoz del
Bloque ha dado permiso a la Comisión Europea para que dé su información al
Ministerio de Fomento en caso de que este quiera saber quién presentó la
denuncia.
Según Publica: Europa Press
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