Bruselas estudia el refuerzo de controles y cámaras de seguridad en trenes
La Comisión Europea estudia
posibles opciones para contribuir a afianzar la seguridad en los trenes de alta
velocidad en la Unión Europea tras el atentado frustrado en el Thalys el pasado
viernes como el refuerzo de los controles de seguridad, la introducción de cámaras
de seguridad en los trenes y arcos de detección de metales o escáneres
corporales en las estaciones, según han avanzado fuentes comunitarias.
El autor del tiroteo frustrado,
identificado como el ciudadano marroquí Ayub el Khazzani, de 26 años y que fue reducido
por los propios viajeros, abrió fuego con un fusil Kalashnikov en el interior
de un tren de alta velocidad que conecta Ámsterdam con París tras subirse en
Bruselas.
Tras el incidente, en el que tres
personas resultaron heridas, el primer ministro belga, Charles Michel, reclamó
adaptar las normas que afectan a la libre circulación en el espacio Schengen y
"generalizar los controles de identidad y de equipaje en los trenes
internacionales", insistiendo en que "el objetivo no es suprimir
libertades, sino hacer frente a una amenaza" terrorista, que se ha
agudizado "hace más de un año".
"Está claro que la zona
Schengen no es y nunca ha sido el problema. Los controles de seguridad en los
trenes están perfectamente permitidos, igual que en los aviones", ha
explicado en rueda de prensa la portavoz del Interior, Natasha Bertaud, que ha
recordado que la seguridad es una prerrogativa y responsabilidad
"principalmente nacional" y el Ejecutivo comunitario se limita a
"ayudar a coordinar" las medidas.
Representantes de los Ministerios
de Transportes e Interior de los Estados miembro, de la industria y del
Ejecutivo comunitario se reunirán en septiembre --previsiblemente el 11, aunque
la fecha no está cerrada-- en el marco del grupo de trabajo sobre transporte terrestre
para discutir "las mejores prácticas en seguridad y si se deben tomar
medidas adicionales a nivel de la UE", ha explicado la portavoz.
"También discutiremos esto en el próximo Consejo de ministros de
Transporte en octubre", ha confirmado.
El grupo de expertos, creado en
2012 a instancias de la Comisión Europea, se ha reunido en ocho ocasiones y, en
el caso del transporte ferroviario, su prioridad ha sido hasta ahora cómo
reducir los robos de cables y no la amenaza terrorista, según han explicado fuentes
comunitarias.
No existe de hecho ningún tipo de
legislación a nivel europeo sobre la seguridad de los transportes ferroviarios
ni de carretera, a diferencia de los transportes marítimo y aéreo, éste último
introducido a raíz de los atentados contra las Torres Gemelas del 11-S.
"Hay que centrarse en los
trenes de alta velocidad y la red ferroviaria transeuropea", han avanzado
fuentes comunitarias. "La red de alta velocidad es un objetivo más sexy
(para terroristas) que los trenes de cercanías", han esgrimido, admitiendo
que "no fue el caso" de los atentados de Madrid del 11-M.
Refuerzo de los controles
El Ejecutivo comunitario no tiene
"ninguna propuesta concreta todavía" para afianzar la seguridad en el
sector ferroviario pero sí "ideas potenciales" que se podrían poner
en marcha "si hay voluntad política" por parte de los Estados
miembros, aunque cualquier medida debe ser "proporcional".
Así, el refuerzo de los controles
de seguridad puede ser "una opción". "No puede haber un control
a cada pasajero en cada tren porque sería un control fronterizo", han
explicado fuentes comunitarias, que admiten que existe con todo "cierta
discreción hasta cierto grado" en función del nivel de amenaza e insisten
en todo caso en la diferencia entre los controles de seguridad y de identidad.
Las compañías ferroviarias pueden
contrastar la identidad del pasajero por ejemplo para garantizar que es el
comprador del billete, pero sólo la Policía puede realizar controles de
identidad si cree que algún terrorista potencial o criminal viaja en un tren y
contrastar su perfil en la base de datos de sospechosos. Los Estados miembro no
tienen obligación de notificar a Bruselas controles policiales en las fronteras
internas, dado que son competencia nacional, según fuentes comunitarias.
Según la normativa del Código de
Fronteras Schengen, la supresión del control en las fronteras interiores
"no afectará al ejercicio de las competencias de policía de las
autoridades competentes de los Estados miembros en virtud de su Derecho
interno" y las inspecciones, incluido en las zonas fronterizas, se
autorizan siempre que no tengan "un efecto equivalente a las inspecciones
fronterizas".
Las inspecciones son posibles si
no tienen como objetivo el control de la frontera y están basadas en
información y experiencia policiales de carácter general sobre posibles
amenazas a la seguridad pública y si están destinadas a combatir el crimen
transfronterizo. Igualmente, si se conciben y se ejecutan de forma diferenciada
de las inspecciones sistemáticas de personas en las fronteras externas o cuando
se hacen de forma aleatoria.
Según la normativa, los controles
en las fronteras interiores se pueden restablecer de forma temporal en caso de
"amenaza grave para el orden público o la seguridad interior". Eso
sí, por un periodo "limitado" no superior a 30 días salvo que
persista la amenaza.
Equipos y definición del nivel de
seguridad
El Ejecutivo comunitario tampoco
descarta otras medidas como introducir cámaras de seguridad en los trenes y
armonizar las normativas sobre estos equipos en los Estados miembros, algo que
"no impedirá" un ataque pero sí ayudará a "gestionar" la
respuesta "si se puede ver lo que ocurre a la vez en 18 vagones", así
como otros equipos y tecnologías como los arcos de detección de metales, algo
que permitiría detectar armas. "Otra alternativa serían los escáneres corporales",
han explicado las fuentes.
Asimismo, está
"abierto" a discutir un sistema de registro de pasajeros ferroviario,
a semejanza del propuesto para los pasajeros aéreos para la lucha
antiterrorista aunque avisa de que "tendrá un coste para los
operadores" o incluso "otras ideas" y "otras ideas"
como los agentes de seguridad aérea encubiertos que han llegado a estar
operativos en "tres países", según fuentes comunitarias.
Bruselas también contempla
promover "un estándar europeo" sobre el nivel de seguridad
"normal" teniendo en cuenta que los Estados miembros serían capaces
de "elevar" el nivel de seguridad en su territorio en función de sus
necesidades y directrices comunes de actuación para las fuerzas policiales, así
como "un enfoque común" para garantizar "la formación adecuada
en seguridad" del personal ferroviario.
La Comisión Europea ya dejó claro
este lunes que el espacio sin fronteras "Schegen no es negociable" en
virtud del cual se abolieron los controles en las fronteras internas entre los
Estados miembro y defendió "no sacar conclusiones apresuradas" tras
el incidente en el Thalys, aplazando a octubre la decisión de posibles medidas
a nivel europeo para reforzar la seguridad en los trenes.
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