Vueling invierte 15 millones para evitar otra crisis operativa en verano
"Vueling está preparada para
el verano", este es el lema que reza el nuevo plan de la compañía. La
crisis operativa que sufrió la aerolínea del grupo IAG en el Aeropuerto de
Barcelona-El Prat durante el pasado junio y julio acontece como algo inconcebible
que no puede volver a repetirse.
La compañía que preside Javier
Sánchez-Prieto ha invertido 15 millones de euros para seguir con la nueva
estrategia que anunció en otoño y garantizar así su operativa de cara al
verano. El plan es claro, pretenden frenar su crecimiento para lograr una evolución
robusta pero segura. Este año, la firma prevé incrementar un 2% el número de
pasajeros, lejos de los crecimientos a doble dígito de antaño, para volver a
despegar con fuerza en 2018. Hasta 2020, su meta es crecer a un ritmo del 7% de
forma anual, pero siempre asegurando la operativa para no repetir un nuevo
caos.
La aerolínea low cost vivió una
tormenta perfecta el pasado verano, cuando se cruzó la huelga de controladores
aéreos en Francia con la agresiva estrategia de la compañía, que tenía un calendario
difícil de cumplir y una planificación errónea. Todos estos factores, que
algunos se arrastraban de los últimos años, acabaron por colapsar El Prat en
plena operación salida.
Menos rutas y más personal
El plan Vueling Next de 15
millones de euros quiere reconvertir la compañía para evitar que se repita esta
situación, reforzando todas las líneas donde la firma flaqueaba. El presidente,
Javier Sánchez-Prieto, asumió que han dado un giro a su estrategia de
contratación. "Tendremos una plantilla más estable y desestacionalizada,
lo que hará que ahorremos también en formación en los picos de contratación,
por lo que los gastos e ingresos se regularán".
Esto también va en consonancia
con sus rutas, que se repartirán en un mayor número durante el año y no se
centrarán sólo en la temporada veraniega. De hecho, Vueling ha suprimido
algunas de sus rutas más exóticas para centrarse en los mercados donde opera
con más asiduidad, como España, Francia o Italia. "Hemos suprimido los
vuelos que podían provocar más problemas y que podían echar a perder toda la
operativa", aseguran desde la compañía.
Prueba de ello es que de las 400
rutas que gestionaba Vueling el pasado año, este número se ha reducido a 345,
así como los destinos, de los que se han suprimido 20 y se han quedado en 130.
En cualquier caso, Vueling mejorará un 6% su oferta de asientos, alcanzando los
14 millones de plazas. Diferente, en todo caso, de los aumentos del 15% de
otros años.
Una planificación más
conservadora
En hechos concretos, por una parte,
aumentarán el personal y contarán con un total de 3.200 tripulantes, 200
nuevos. Entre ellos, incrementará un 20% el personal de asistencia en tierra,
además de contar con un 15% más de recursos en mantenimiento y un 120% más en
su call center. Y es que uno de los principales problemas que tuvo Vueling
durante su crisis fue comunicativo, debido a la falta de personal, por ello
Iberia tuvo que prestar empleados a la compañía del mismo grupo.
En cuanto a planificación, los
slots o tiempo de reserva entre un vuelo y otro se alargará de 35 a 45 minutos.
También aumentará en 20 minutos el tiempo de conexión, por lo que si antes un
pasajero que venía de Málaga y tenía que enlazar un vuelo en El Prat esperaba
como mínimo 35 minutos para embarcar en el siguiente avión, ahora habrá 55
minutos entre un vuelo y otro. Esta espera será de dos horas en los vuelos de
largo radio.
El motivo por el que se ha
ejecutado esta estrategia para asegurar las conexiones incrementando el tiempo
de espera está más que justificado. Además de querer recuperar la confianza del
usuario con medidas de precaución, IAG ha lanzado la marca de largo radio low
cost Level, y Vueling será quien la nutra de pasajeros desde diversos puntos de
España y Europa. El grupo británico se juega mucho en Barcelona con Level, ya
que dependerá de cómo funcione este modelo en la capital catalana para exportar
la marca a Francia o Italia, tal y como adelantó elEconomista.
Un nuevo avión en reserva
Es por ello que también se pondrá
en reserva un avión adicional al que tenían en 2016, con 7 naves en back up.
Esto contraviene la estrategia que había seguido Vueling y las low cost en
general, y que consiste en tener cuantos menos aviones parados (en reserva)
para que estén volando constantemente, y por ende, y rindiendo a nivel
económico.
Pero este verano, Vueling quiere
renovar la mala imagen que dio el pasado año, por lo que no escatimará
esfuerzos para lograr este objetivo, a pesar de que no descarta en 2018
redefinir de nuevo la estrategia.
También implantará 24 nuevos
quioscos automatizados para facturar, además de reforzar un 30% los puestos de
facturación. De hecho, Vueling está en conversaciones con Aena para quedarse
con la mayor parte del hall de la T1 de El Prat y quedarse con los mostradores
de la parte derecha que ya tiene, además de las dos siguientes filas ahora en
manos de Lufthansa.
Según publica: eleconomista.es
Comentarios
Publicar un comentario