Las aerolíneas del Golfo Pérsico siguen de cacería en Europa
Salvo sorpresa, durante este mes
de junio se cerrará la operación por la que Etihad Airways, la aerolínea de Abu
Dabi, se hará con hasta el 49% del accionariado de Alitalia, la compañía aérea
de bandera italiana salvada de la quiebra en 2008 con 3.200 millones de euros de
fondos públicos. La venta, con la que el Gobierno de Matteo Renzi se libra del
pozo sin fondo que supone esta empresa deficitaria, es la última operación
protagonizada en Europa por uno de los tres grandes colosos del aire del Golfo
Pérsico. En los últimos años la propia Etihad, Qatar Airways y Emirates se han
expandido ampliamente, desafiando en su propio terreno a los tres protagonistas
tradicionales del sector en el Viejo Continente: Lufthansa, IAG (formado por
British Airways e Iberia) y Air France-KLM.
“Alitalia había que venderla
cuanto antes y a quien fuese. Si son los árabes los que se la quedan porque
ellos son los que tienen el dinero ahora, estupendo. Que sean bienvenidos. El
objetivo del Ejecutivo es minimizar los daños y no tener que poner más fondos
públicos para salvarla. Por eso se aceptan los 2.200 despidos en la compañía
que propone Etihad. Es el mal menor”, opina Roberto Pardolesi, profesor de
Derecho Privado en la Universidad Luiss de Roma.
Querer mantener la italianidad de
la compañía ha sido un desastre que ha costado una fortuna a los
contribuyentes. Se debería haber vendido en 2008, cuando Air France ofreció
unas condiciones mucho más ventajosas que las de Etihad”, añade Pardolesi. Entonces,
el grupo franco-holandés proponía inversiones por valor de 1.140 millones de
euros para reflotar Alitalia. La compañía de Abu Dabi promete tan sólo 560. La
empresa de bandera transalpina está ahora controlada por un consorcio nacional
liderado por los bancos Intesa Sanpaolo y Unicredit.
Una jugosa cartera de inversiones
en el Viejo Continente
Cuando concluya la operación,
Etihad habrá completado con una jugosa cartera de inversiones su cacería de
aerolíneas europeas. Tiene el 29,2% de Air Berlin, la segunda compañía de
Alemania por número de pasajeros, el 49% de Air Serbia, el 2,9% de la irlandesa
Aer Lingus y el 33,3% de la suiza Darwin, a la que ha cambiado el nombre por el
de Etihad Regional.
Sus inversiones fuera del Viejo
Continente incluyen el 40% de Air Seychelles, el 24% de la india Jet Airways y
el 19,9% de Virgin Australia. No está claro aún el porcentaje de accionariado
de Alitalia con el que se hará, pero en cualquier caso no superará el 49% del
total para evitar problemas con Bruselas. La normativa marca que para operar
dentro del territorio comunitario como aerolínea europea, al menos el 50% de la
propiedad de la compañía tiene que estar en manos de ciudadanos de la UE,
quienes deben además tener el control efectivo.
Esta regla le ha costado más de
un dolor de cabeza a Etihad. Recientemente se supo que tanto la compañía del
Golfo como la estadounidense Delta Air Lines estaban siendo investigadas por la
Comisión Europea para comprobar si sus participaciones en Air Berlin y Virgin
Atlantic, respectivamente, cumplían con las normas. Air Berlin, que acaba de
recibir una inyección de 300 millones de euros por parte de Etihad, aseguró
entonces que no estaba controlada por la corporación de Abu Dabi, a la que
consideró un “socio estratégico” sin derechos especiales ni capacidad para
bloquear decisiones.
James Hogan, presidente y
consejero delegado de la citada compañía de los Emiratos Árabes Unidos, aseguró
que algunas aerolíneas habían recurrido a la Comisión Europea para
“desafiarnos” en lugar de responder a la competencia directamente en el
mercado.
Bruselas también tiene en el
punto de mira a Cargolux, líder en transporte de mercancías por vía aérea en el
Viejo Continente. Está controlada en un 35% por Qatar Airways y en otro 35% por
HNCA, un fondo de inversión chino. El fondo soberano catarí posee, además, el
20% del consorcio que controla el aeropuerto londinense de Heathrow.
Hogan junto al CEO de Air Berlín, Wolfgang
Prock-Schauer, durante un acto en Berlín (Reuters).
“Hay que aprender de ellas:
controlan el mercado y crecen rápido”
Pese a las reticencias que
provocan en algunos analistas europeos estas inversiones de los países del
Golfo, Ambarish Chandra, profesor de Economía en la Universidad de Toronto,
considera que no hay un “interés político” detrás de ellas. “Los acuerdos entre
las compañías del Golfo y las aerolíneas europeas serán beneficiosos para
todos. Facilitarán las conexiones entre los mercados de Asia, Europa y
Norteamérica. En el caso de Alitalia, necesitaba desesperadamente un socio o
comprador que la rescatara de su situación actual”, señala a El Confidencial
este experto en el sector aéreo.
Las apetencias de las compañías
del Golfo por empresas europeas estuvieron cerca de llegar también a España:
cuando Bankia puso a la venta el año pasado el 12,09% que poseía de IAG, uno de
los mayores interesados fue Qatar Airways. Finalmente la operación no
fructificó; se optó por ceder la participación por 675 millones de euros a un
centenar de inversores institucionales, ninguno de los cuales se hizo con más
del 1% del capital.British Airways e Iberia se libraron así de tener en su
accionariado a un ambicioso rival. La aerolínea catarí también pujó por entrar
en Czech Airlines, pero le ganó la partida Korean Air, cuya presencia en la
compañía checa está ahora también siendo investigada por la Comisión Europea.
“Hay mucho que aprender de las
operaciones de las líneas aéreas de Oriente Medio. En su región controlan el
mercado, crecen muy rápido y tienen los puntos de conexiones internacionales en
sus aeropuertos locales”, explica Thomas Saquer, analista de Frost &
Sullivan, en declaraciones a la CNBC.
El lugar llamado a convertirse en
el nudo de las comunicaciones aéreas internacionales es el nuevo aeropuerto de
Dubai, que aspira a recibir 160 millones de pasajeros al año. Al igual que
ocurre con Doha, su posición geográfica lo convierte en el punto de enlace
ideal para los vuelos entre Europa, Asia y Norteamérica.
Dos periodistas observan las obras de la nueva
terminal del aeropuerto de Abu Dhabi (Reuters).
Cómo mantener la competitividad
europea
Para Michel Merluzeau, de la
consultora G2 Solutions, la expansión de Etihad, Emirates y Qatar debe provocar
una mejora de las infraestructuras aeroportuarias europeas. “Esta nueva
competencia enfatiza la absoluta necesidad de que Francia y Reino Unido en
particular amplíen sus pistas y aeropuertos”, comenta Merluzeau en la citada
televisión estadounidense especializada en información económica. “Es una
cuestión de mantener la competitividad y ofrecer las herramientas para que el
comercio fluya”.
La petición para que los
aeródromos europeos mejoren también la hacen las propias compañías del Golfo.
Akbar Al Baker, consejero delegado de Qatar Airways, demandaba recientemente
que los aeropuertos estuvieran abiertos las 24 horas del día. “Al estar
cerrados desde las 23:00 hasta las 5:30 horas impiden su crecimiento, pues ese
tiempo es crítico para los viajes entre el este y el oeste”, advirtió,
añadiendo que ese era uno de los motivos por los que no lograban competir con
las escalas de Dubai y Doha.
También se quejó de las excesivas
protestas que hacían los ciudadanos europeos por el ruido de los aviones: “Si
vives bajo la ruta hacia un aeropuerto, te aseguro que después de un período de
tiempo ni te enteras de que hay un avión pasando por encima de tu casa”, argumentó.
EEUU y Canadá, el próximo
objetivo
La experiencia que está viviendo
en este período Europa debería ser tenida en cuenta por Estados Unidos y
Canadá, el próximo objetivo de las aerolíneas del Golfo. “Ya lo están
intentado. Se puede esperar la próxima expansión de sus servicios a Estados
Unidos, especialmente debido a la consolidación del sector allí”, sostiene el
profesor Chandra. A su juicio, la postura del Gobierno canadiense, que intenta
pararle los pies a Emirates para proteger a su compañía de bandera, Air Canada,
es errónea.
La bulimia mostrada por Etihad, Qatar Airways y Emirates en la última
feria de aviación de Dubai muestra que esa actitud, compartida por Berlín para
salvar a Lufthansa, es como intentar ponerle puertas al campo. En aquel encuentro,
Etihad se comprometió a comprar 87 aviones de Airbus y 57 de Boeing por valor
de 51.800 millones de dólares. Emirates fue más allá, pues pidió 155 aeronaves
al constructor estadounidense y 50 al europeo, por un total de 99.000 millones
de dólares. Qatar Airways, por su parte, anunció su intención de hacerse con 50
aparatos de Boeing y 13 de Airbus, con un presupuesto de 21.800 millones de
dólares
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