La IATA pide a Gobiernos y proveedores de ANSP medidas para reducir retrasos y emisiones
La Asociación Internacional de
Transporte Aéreo (IATA) pide a los Gobiernos y a los proveedores de servicios
de navegación aérea (ANSP) de Europa mejorar urgentemente la gestión del
tráfico aéreo europeo para reducir las emisiones de carbono y afrontar costes
innecesarios y retrasos en los vuelos debido a las rutas aéreas ineficientes y
los atascos de tráfico.
Según Eurocontrol, en junio se
retrasaron más de 210.000 vuelos, lo que representa el 20% del total. El
retraso medio fue de 17 minutos. La gran mayoría de los retrasos son imputables
a la falta de capacidad de control de tráfico aéreo por falta de personal,
rigidez e incapacidad para responder a eventos perturbadores.
Durante los primeros seis meses
del año, el centro de control del espacio aéreo superior (UAC) de Karlsruhe en
Alemania, la UAC de Marsella en Francia y la UAC de Viena en Austria fueron los
principales culpables de los retrasos.
El año pasado se puso en marcha
un plan de contingencia a corto plazo para reorganizar el espacio aéreo en la
región para reducir las ineficiencias en la red. El plan generó nuevos
problemas al desviar 1.000 vuelos al día en la mayoría de los casos.
El desvío de una aeronave hace
que los viajes sean más largos para los pasajeros y obligan a las aerolíneas a
evitar las zonas saturadas por rutas más largas y menos eficientes, lo que
genera innecesarias emisiones de CO2.
La IATA pide a la Comisión
Europea, a los gobiernos de Europa y a los proveedores de servicios de
navegación aérea:
– reformar las prácticas de
trabajo obsoletas para que el personal se despliegue donde sea requerido y para
reclutar más personal según sea necesario para llenar los vacíos;
– modernizar la infraestructura
ATM e implementar el nuevo programa de arquitectura del espacio aéreo;
– continuar el despliegue del
Proyecto de Investigación de Gestión del Tránsito Aéreo en el Cielo Único
Europeo (SESAR), en el que las aerolíneas han invertido;
– otorgar al jefe de la red
europea el poder para planificar y configurar
la red para satisfacer la demanda de los viajeros aéreos;
– penalizar a los proveedores de
ANSP que no cumplan con los objetivos de capacidad acordados bajo el sistema de
rendimiento y precios.
“La temporada alta para viajar a
Europa ha comenzado, y los viajeros y las aerolíneas deben poder llegar a su
destino de manera oportuna. La situación actual es simplemente inaceptable; las
aerolíneas hacen grandes esfuerzos para reducir su huella ambiental, pero en
Europa se ven obligados todos los días a producir emisiones innecesarias.
Afortunadamente, existen soluciones. Para ello se necesitan inversiones y
planificación adecuadas, así como un cambio de mentalidad. Gobiernos y proveedores
de ANSP podrían evitar otro verano de emisiones innecesarias y retrasos”, ha
dicho Rafael Schvartzman, vicepresidente regional de IATA para Europa.
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