Los controladores temen que el cierre de la pista en Barajas provoque congestión en el tráfico aéreo
Los controladores aéreos temen
que el cierre durante un mes de la pista más larga del aeropuerto Adolfo Suárez
Madrid-Barajas, una de las cuatro con que cuenta el aeropuerto, pueda provocar
"la congestión del tráfico" y "demoras en el aire" si
ENAIRE no toma las medidas necesarias "para regular el tráfico teniendo en
cuenta la capacidad real al operar con una pista" en aterrizajes y
despegues.
Aena ha cerrado desde esta tarde hasta el próximo 17 de mayo la pista
18R-36L, que permanecerá inoperativa durante un mes, debido a las obras de
regeneración del pavimento y renovación del balizamiento de la pista y sus
calles de rodaje.
El cierre de la pista 18R-36L durante el mes de abril producirá una
reducción de las actuales capacidades de despegue y aterrizaje de Barajas --50
despegues y 48 aterrizajes a la hora con las cuatro pistas operativas--, así
como el aumento de los tiempos de rodaje hasta la pista 14L para los despegues
y desde la 18L para los aterrizajes, además de en los puntos de espera.
Fuentes de la Unión Sindical de Controladores (USCA) explicaron a Europa
Press que en configuración sur solo se podrá aterrizar por una pista, lo que
puede provocar "demoras en el aire", con el consiguiente riesgo para
la seguridad aérea, o el desvío a aeropuertos alternativos si los aviones no
cuentan con suficiente combustible ante una espera prolongada y así lo requiere
el piloto.
PISTAS PARALELAS INDEPENDIENTES.
En configuración sur, con vientos del sur, la capacidad máxima de
aterrizajes es de 48 aviones a la hora y, según USCA, pasará a una capacidad
real de unos 26 aterrizajes/hora con el uso de una sola pista, ya que se
requiere un área de bloqueo de seguridad para separar aviones de unas cuatro
millas.
Los procedimientos actuales establecen una separación de entre 8 y 12
millas a criterio del controlador para que en la fase de aproximación se
intercalen ambas frecuencias.
Según USCA, para minimizar las esperas en tierra ENAIRE pretende reducir
las separaciones entre aviones en el aire, si bien las pruebas realizadas con
simuladores acreditan que se trata de "una medida peligrosa" ya que
deja poco margen de maniobra al "imposibilitar garantizar las mínimas
separaciones reglamentarias entre aviones".
El sindicato considera que para aumentar la capacidad de aterrizajes en
Barajas de manera efectiva se requiere el establecimiento de pistas paralelas
independientes, lo que conlleva además de una inversión en el rediseño de los
procedimientos la formación del personal técnico y controlador.
En el caso de que se opere en configuración norte (con vientos del
norte), los controladores señalan que la capacidad real de despegue pasará de
un máximo de 50 a unos 39 despegues a la hora.
"CONGESTIONES
PELIGROSAS".
Ante la previsión de viento sur, ENAIRE debe regular además con una
anticipación suficiente de dos horas como mínimo a Bruselas para adaptar la
demanda a la capacidad real: 39 aterrizajes a la hora, que para USCA es
"sobredimensionada" o a 29 aterrizajes a la hora si se quiere operar
con la pista 14R.
Asimismo, señala USCA, debe advertirse a las compañías aéreas y pilotos
que carguen más combustible con previsión de viento sur en Barajas para asumir
demoras en vuelo.
Según denuncia el sindicato, en los últimos cinco años vienen
repitiéndose "peligrosas congestiones" de tráfico en vuelo por la
negativa de ENAIRE a regular las arribadas en condiciones meteorológicas y operaciones
desfavorables".
Esta circunstancia puede provocar que ante la llegada masiva de aviones
o de aviones muy grandes --en Barajas entre el 15% y el 16% de las aeronaves
son 'heavy' (pesadas) que requieren un tiempo de espera mayor de unas cuatro
millas en pista para que las turbulencias no interfieran en las aeronaves que
vienen detrás-- se vivan situaciones como la del pasado 26 de julio de 2012
cuando se sucedieron cuatro 'may days' en Valencia.
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