IAG impone su recorte en Iberia
Iberia pone rumbo al conflicto. International Airlines Group
(IAG) el holding que agrupa la gestión conjunta de la aerolínea española y de
British Airways, rechazó la posibilidad de un acuerdo con los sindicatos de
cara a la reestructuración de Iberia. Tres meses de negociación con ofertas de
rebajas salariales, reducción de personal de los representantes de sus 20.000
trabajadores no han servido para lograr ningún avance. "Por lo tanto,
Iberia seguirá adelante con la reducción de capacidad anunciada del 15% para
2013", concluyó la empresa en un comunicado.
Según el plan presentado por la empresa el 9 de noviembre,
la reducción de capacidad implica la supresión de 4.500 empleos y la
eliminación de rutas como La Habana, Montevideo, Puerto Rico o Santo Domingo
con Latinoamérica o como Berlin o Estambul con Europa. Ese mismo plan amenazaba
con que, en caso de que los sindicatos no aceptaran su oferta, se establecería
otro plan con condiciones más duras.
La empresa no ha concretado si cumplirá con esta amenaza o
si hará valer su última oferta de 3.147 despidos con un 10% de reducción de
actividad. Pero en todo caso es suficiente para los sindicatos, que ya trabajan
en un calendario de huelgas como respuesta al rechazo de sus propuestas. Esas
huelgas se convocarían para la segunda quincena de este mes y, de cumplirse en
las condiciones previstas (todo el personal de handling más el de mantenimiento
más tripulantes de cabina y pilotos) paralizarían los aeropuertos.
La empresa ya cuenta con ello. La conclusión del consejo de
IAG, en cuyo consejo se sienta Bankia, que representa al Ministerio de
Economía, es que "continuará avanzando con planes alternativos para que
Iberia alcance el equilibrio en términos de flujo de caja operativo para la
segunda mitad de este año y la compañía recupere un nivel de rentabilidad
aceptable en 2015".
El máximo órgano de administración del holding también ha
hecho oídos sordos a las reclamaciones del Gobierno para que fije una
reestructuración más suave de la anunciada que perjudique lo mínimo a la
economía española, ya que Iberia es el pilar estratégico para el turismo y las
infraestructuras como el aeropuerto de Barajas, cuya remodelación costó a los
contribuyentes más de 6.000 millones de euros.
El discurso de IAG, no obstante, resulta contradictorio con
su decisión. Willie Walsh, su consejero delegado, se declaró
"decepcionado" por que no se haya alcanzado un acuerdo y subrayó la
unión del consejo y su disposición a la negociación, lo que a la luz del
resultado de las conversaciones en los últimos tres meses parece dudoso.
"Iberia sigue lista y dispuesta a negociar con los sindicatos. Estamos
determinados y unidos para llevar a cabo los cambios que sean necesarios con el
fin de asegurar la supervivencia y viabilidad futura de Iberia".
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