Gregorio Tudela, catedrático del Derecho del Trabajo y contrario a la reforma laboral, tratará de acercar posturas aunque la huelga se mantiene
El Gobierno reaccionó este jueves
a la amenaza sindical de extender la huelga en Iberia a la Semana Santa -e
incluso "más allá", según advirtieron en la víspera– y propuso a
empresa y sindicatos varios nombres como posibles mediadores para sacar el
conflicto de la "vía muerta" en que se encuentran, término usado por
varios interlocutores del proceso para definir su peliaguda situación actual.
Al final, la persona elegida por consenso fue Gregorio Tudela, catedrático de
Derecho Privado, Social y Económico y experto en Derecho del Trabajo y de la
Seguridad Social.
El mediador, cuya designación ha
de ser formalizada ahora ante el Servicio Interconfederal de Mediación y
Arbitraje (SIMA) antes de celebrar la primera reunión con ambas partes
probablemente ya a principios de la semana próxima, es crítico con la actual
reforma laboral. De hecho, firmó un manifiesto en abril de 2012 -junto a otro
medio centenar de catedráticos- donde estima que tal modificación legal, además
de "no figurar entre las exigencias necesarias para el equilibrio presupuestario",
es "contraria al Estado social y democrático de Derecho, potenciadora del
poder normativo unilateral del empleador y hostil a la acción colectiva de los
sindicatos". Precisamente una de las peticiones sindicales es que no se
les apliquen los términos severos de la reforma, sino un ERE -la aerolínea ha
presentado un expediente de regulación para despedir a 3.807 empleados- menos
restrictivo.
Asimismo, Tudela ha sido
compañero y colaborador en varios libros del veterano laboralista Luis Enrique
de la Villa, abogado del Sindicato de Pilotos (SEPLA) y miembro del bufete Roca
Junyent, lo cual no fue óbice para que fuera aceptado por Iberia. Claro que
tampoco supuso un obstáculo para los pilotos que el árbitro nombrado por el
Ministerio de Fomento a finales de abril del año pasado para su último
conflicto con la compañía fuera Jaime Montalvo, presidente del consejo
consultivo del despacho de abogados Sagardoy, contratado por la aerolínea y
firme defensor de la reforma laboral.
Arbitraje, no por ahora
Desde Fomento, donde llevan
varias semanas tratando de 'empujar' el diálogo entre Iberia y los sindicatos a
la vista de las grandes diferencias que aún les separan -la fundamental, la
insistencia de la compañía en no suscribir compromiso alguno de crecimiento (o,
en su defecto, una cláusula de garantía de empleo) a partir de 2015, una vez
que hayan terminado de aplicar los ajustes que ya se están tramitando-, han
preferido optar por la vía de la mediación antes que por el arbitraje. La
ministra Ana Pastor defendió la decisión tomada este jueves porque espera que,
“de este modo, se den los pasos en la buena dirección y se pueda llegar a un
acuerdo”. “En el desencuentro, el beneficio es para nadie”, concluyó.
La diferencia entre una y otra es
que la mediación es de carácter voluntario y las decisiones que se tomen en
ella no son vinculantes para empresa y empleados, mientras que el arbitraje
tiene un carácter forzoso -el Gobierno lo puede imponer si se dan una serie de
condiciones, como que las posturas entre las partes sean
"irreconciliables" o se produjera una huelga "continuada"
que causará perjuicios "importantes" a la economía del país- y,
además, podría provocar la reacción de las autoridades comunitarias (de
Competencia) si creen que no hay motivo para que la Administración se implique
en un conflicto de una empresa privada, como sostienen tanto IAG -'holding'
donde Iberia es socia de British Airways- como la propia aerolínea española. No
obstante, ya en 2012 Fomento fijó un árbitro en el conflicto que entonces
mantenían empresa y pilotos, y no hubo entonces problemas con Bruselas.
En cualquier caso, la mediación
que ahora se abre no suspende la tramitación del ERE ya en marcha en Iberia ni
tampoco supone la desconvocatoria de las dos semanas de huelga que aún restan
en marzo. Mientras, el cuarto día de paros de 24 horas en la aerolínea
transcurrió este jueves sin incidentes reseñables, como en las últimas jornadas
(salvo el lunes). Un total de 280 vuelos del grupo (incluidas también Iberia
Express, Air Nostrum y Vueling) fueron cancelados -entre el lunes y el viernes
habrán sido anulados 1.222-, y los otros 463 previstos salieron rumbo a sus
destinos sin problemas. Se volvieron a cumplir así los servicios mínimos
fijados por Fomento, donde representantes de la plataforma 'Iberia se moviliza
los lunes al sol' presentaron un escrito con 53.490 firmas para pedir su
intervención en contra del "desmantelamiento" de la aerolínea que,
sostienen, "persiguen los dirigentes de IAG".
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