José Manuel Vargas dimite como presidente de AENA
José Manuel Vargas ha presentado
su dimisión como presidente de AENA, medida que se hará efectiva el próximo 15
de octubre. En un escueto hecho relevante remitido a la Comisión Nacional del
Mercado de Valores (CNMV), la compañía pública ha anunciado que «toma razón de
la dimisión presentada el 26 de septiembre de 2017 por el consejero delegado
José Manuel Vargas Gómez de su cargo como miembro del consejo de
administración, así como de su cargo como presidente y consejero delegado del
consejo de administración, y consecuentemente como presidente de la comisión
ejecutiva de la sociedad, con efectos a 15 de octubre de 2017».
Vargas, que tomó las riendas del
operador de los aeropuertos españoles en 2012, ha sido el artífice de la
reestructuración y posterior privatización parcial de la compañía, que pasó de
registrar unas pérdidas superiores a los 220 millones de euros en 2011 a
obtener unos beneficios de 1.164 millones durante el último año. Durante este
mismo periodo, la deuda del grupo aeroportuario se ha recortado desde los
12.313 millones hasta los 8.228 millones.
Tras aplicar un plan de reducción
de costes y aumento de los ingresos en los aeropuertos, mediante la puesta en
marcha de un plan comercial con nuevas licitaciones de tiendas «duty free»,
restauración y explotación de aparcamientos y una subida en las tarifas
aeroportuarias, AENA logró el equilibrio de sus cuentas en 2013, como paso
previo a la apertura al capital privado.
Para ello, el consejo de
administración optó por un modelo opuesto al del Gobierno socialista, que había
determinado privatizar por separado los dos principales aeropuertos españoles,
El Prat y Barajas, y desgajarlos del resto de la red pública de aeropuertos. El
equipo de Ana Pastor, entonces ministra de Fomento, se inclinó, sin embargo,
por mantener los 46 aeropuertos en un único bloque, con el argumento de que con
este esquema quedaba garantizado el servicio público y la movilidad de los
ciudadanos.
Finalmente, el 11 febrero de 2015
la compañía vivió su debut en el parqué madrileño, tras un intento frustrado,
en octubre de 2014, por un requisito formal (la firma de una carta de
conformidad por parte del auditor). La opv (operación pública de venta de
acciones) por la que el Estado lanzó al mercado un 49% de sus acciones permitió
captar cerca de 4.400 millones de euros, lo que la convirtió, ese año, en la
mayor salida a Bolsa en Europa y la quinta mayor del mundo. Desde, entonces, el
valor de AENA en Bolsa se ha incrementado un 166,4% hasta alcanzar una
capitalización de 23.175 millones de euros.
Caminos paralelos
En los últimos años habían
quedado patentes las divergencias entre el consejo de administración del
operador aeroportuario, con Vargas flanqueado por grupos inversores como TCI, y
su máximo accionista, la sociedad pública Enaire, con un 51% del capital. El primer
frente defendía la necesidad de privatizar una porción mayor del capital -lo
que llevaría a que el Estado perdiera su mayoría- para pujar por aeropuertos
internacionales, aprovechando el fuerte potencial de generación de caja de la
compañía. En su último discurso ante la junta de accionistas, reclamó un «rol
más activo» de AENA en la «configuración del mercado global de aeropuertos».
Para ello, explicó, resultaba indispensable que se articulara un «entorno
distinto», que «permita una mayor capacidad de competencia y creación de
valor».
La última y más visible arista de
la relación entre el Gobierno y la dirección de la empresa se pudo observar con
la opa frustrada sobre Abertis. AENA confirmó el pasado mes de julio que su
consejo de administración y su comisión ejecutiva se reunieron para analizar la
viabilidad financiera de una oferta sobre Abertis, para competir contra la
planteada por el grupo italiano Atlantia. Enaire, sin embargo, acordó por
«unanimidad rechazar esta potencial adquisición».
Vargas se marcha tras alcanzar un
acuerdo con los sindicatos de AENA, que habían amagado con una oleada de
huelgas desde septiembre hasta finales de año si la empresa no daba respuesta a
su reclamación de incrementos salariales, en línea con los millonarios beneficios
de los últimos años, y la petición de 450 nuevos empleos en AENA y 250 en
Enaire. Los términos del pacto se conocerán en los próximos días, una vez que
los consejos de las compañías ratifiquen el texto.
La amenaza de paros por parte de
los sindicatos hacían temer por un «otoño caliente» en los aeropuertos
españoles, después de los incidentes del pasado mes de agosto con los
trabajadores de Eulen en El Prat, que solo remitieron tras la mediación del
presidente del Consejo Económico y Social (CES), Marcos Peña. Vargas acompañó
al ministro de Fomento, Íñigo de la Serna, en las reuniones con las partes. La
imposibilidad de acercar las posturas entre la empresa contratista y los
empleados desembocó en la convocatoria del comité de crisis, del que también
formó partes Vargas, por el que se reforzó el dispositivo de la Guardia Civil
en las líneas de seguridad.
El consejo de AENA, asimismo, ha
informado de la dimisión presentada el 18 de septiembre de 2017 por el
consejero Simón Pedro Barceló, copresidente del grupo hotelero Barceló.
Trayectoria
Hasta su llegada a AENA, la
trayectoria de Vargas está ligada a los medios de comunicación y,
particularmente, ABC. Licenciado en Ciencias Económicas y Empresariales por la
Universidad Complutense de Madrid, titulado de Derecho por la UNED y censor
jurado de cuentas, Vargas comenzó su carrera profesional como director de los
servicios jurídicos y secretario general de Jotsa (Phillip Holzmann). En 2000
recaló en Prensa Española —antigua editora del diario—, como director de los
servicios jurídicos, cargo que simultaneó con la secretaría del Consejo de ABC
hasta 2005. En 2007 se convirtió en consejero delegado de ABC, y a partir de
2008 también de Vocento. Fue uno de los principales artífices de la salida a
Bolsa del grupo en 2006.
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