El presidente de Vueling: “Estamos mejor preparados y queremos seguir creciendo”
Javier Sanchez Prieto, durante la
entrevista. ALBERT GARCIA
El caos que sufrió el aeropuerto
de Barcelona el año pasado por la crisis de Vueling, que provocó que más de
8.000 pasajeros sufrieran retrasos o cancelaciones, pasó factura a la
aerolínea. Su presidente, Javier Sánchez Prieto (Madrid, 1969), asegura que la
compañía ha invertido 15 millones de euros para que Vueling pueda responder a
cualquier incidente.
Pregunta. ¿Sus pasajeros pueden
estar tranquilos este año?
Respuesta. Absolutamente. Estamos
preparados. La Semana Santa es un buen termómetro y salió todo muy bien. La
puntualidad fue del 90%, y en aeropuertos como Barcelona, Bilbao o Sevilla fue
superior pese a que operamos mil vuelos más que el año pasado.
P. ¿Qué medidas ha adoptado?
R. Hemos empezado a rediseñar la
red y los procesos, hemos analizado tiempos como el de escala, hemos aumentado
los pilotos y tripulantes de cabina y hay un avión de reserva más.
P. El año pasado se destaparon
problemas de comunicación con el cliente. ¿Los han corregido?
R. Desde esta semana, ocupamos
toda la parte central del aeropuerto de Barcelona para facturación, hemos
incorporado informadores y supervisores y hemos aumentado los recursos del call
center hasta haber alcanzado un nivel de respuesta del 99%.
P. ¿Eso significa que todas las
medidas del plan de contingencia del año pasado van a quedarse?
R. En 2016 hubo un volumen
inesperado de incidencias externas. Y sí, muchas de esas medidas han venido
para quedarse, porque reconocen la complejidad del sistema aeroportuario
europeo, que es creciente a raíz de las huelgas en Francia o la congestión del
tráfico aéreo. Eso hace que debamos estar más preparados.
P. Habla de rediseñar la red.
¿Eso significa un repliegue?
R. No, pero hemos de reconocer
las partes de nuestro mercado que son más clave, como Barcelona, Bilbao, Roma,
París. Allí hemos de tener una red más robusta, con más vuelos. Pero tenemos el
reto de seguir desarrollando la compañía internacionalmente.
P. Pero sí han cerrado las bases
de Bruselas, Palermo o Catania. ¿Eso no es replegarse?
R. Es una cuestión operativa, no
de negocio. Seguimos operando a esas ciudades, pero con aviones basados en Barcelona
o Roma para que sea más fácil recuperarnos frente a una incidencia.
P. Las medidas adoptadas el año
pasado hicieron que el beneficio de Vueling cayera a la mitad. ¿Se está
sacrificando crecimiento para evitar otra crisis?
R. Este año vamos a crecer
alrededor del 2%. Vueling no va a tener problemas, está afrontando una nueva
fase porque para estar mejor preparados para el futuro necesitamos robustecer
sistemas y funciones. En esta industria, cada 100 aviones hay que hacer un
rediseño de sistemas y procesos. El año pasado los resultados estuvieron muy
afectados por la situación del verano, pero el cuarto trimestre ya fue mejor
que el de 2015. Con los datos que manejamos, vamos recuperando la confianza de
los clientes.
P. Su plan estratégico prevé un crecimiento
medio del 7% hasta 2020. ¿Todavía es viable?
R. En algún momento tendremos que
crecer por encima. Pero yo no interpretaría el hecho de que Vueling crezca
menos como algo negativo. Estamos mejor preparados y estamos dejando lista la
empresa para la siguiente fase.
P. ¿Pero esta etapa estaba
prevista antes de la crisis del año pasado o es consecuencia de ella?
R. Los cambios no se deben a la
crisis del año pasado, sino que buscan meter a Vueling en la siguiente fase. Lo
que ocurrió el año pasado nos ha obligado a hacerlo de forma más rápida.
P. ¿Las medidas suponen un cambio
en el modelo de negocio?
R. No. Nuestra alma es ser una
compañía muy eficiente, pero el cliente está cada vez más en disposición de
elegir y tenemos que dar una buena propuesta y un buen servicio.
P. ¿Se han desechado nuevos
destinos para proteger los clave?
R. Tenemos más de 130 destinos
desde Barcelona. No es un objetivo incrementarlos como tal, sino tener una red
más robusta y que dé mejor respuesta. Queremos crecer y reforzarnos en destinos
clave. Hemos incrementado vuelos a Baleares, Bilbao y tratamos de mejorar la
propuesta desde Madrid y Sevilla. Hemos dejado de operar algunos vuelos porque
vimos que no eran rentables. Este mes cumplimos los 100 millones de pasajeros
en Barcelona. Vueling ha sido un catalizador para el aeropuerto. Tenemos una
cuota del 36% y con un modelo que hace accesible el transporte aéreo a más
personas.
P. A muchas instituciones les
inquieta la dependencia de Barcelona de las aerolíneas low cost.
R. Ese es un debate estéril. El
mundo cambió, lo cambiaron los clientes. La mitad de los pasajeros en Europa ya
se mueven en un vehículo low cost.
P. ¿Les preocupa la apuesta por
Barcelona de Norwegian?
R. Nuestro posicionamiento en
Barcelona es muy robusto. Soy un gran creyente de la competencia, nos hace
mejores. No saco pecho, pero duplicamos al segundo operador. Si hay un sitio
donde vamos a competir bien es Barcelona, porque Vueling es Barcelona.
P. IAG va a tener tres marcas low
cost en España: Iberia Express, Level y Vueling. ¿Se plantea alguna fusión en
el futuro?
R. No lo tengo en el horizonte.
IAG es un gran contribuidor a la conectividad aérea, y tener distintas marcas
es una fortaleza.
Según publica: .elpais.com
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