El caos aéreo podría costar 100 millones a British Airways
Alex Cruz, presidente y consejero
delegado de British Airways desde hace un año, luchaba este lunes por seguir en
su puesto tras reconocer que al menos 75.000 pasajeros se han visto afectados
durante el pasado fin de semana por cientos de cancelaciones y retrasos en
aviones de la compañía tras un fallo en los sistemas técnicos.
El español aseguró en una
entrevista con la BBC que "su dimisión no tendría ninguna utilidad en
estos momentos" y que está trabajando de forma muy cercana con los equipos
para asegurar que "todas las necesidades de los pasajeros son atendidas".
Antes, medios como The Daily Telegraph y Financial Times habían pedido
responsabilidades al ejecutivo español.
British Airways se enfrenta a una
factura de 100 millones de euros derivada de estos incidentes, según cálculos
de Citigroup. Esto representa un 5,2% de los beneficios antes de impuestos
previstos para 2017, lo que explica la caída de un 2,4% en las acciones de IAG
-matriz de BA, Iberia, Vueling y Aer Lingus- ayer en Bolsa.
El problema, calificado como
"sin precedentes" por expertos en el mundo de la aviación, obligó a
cancelar alrededor de 1.000 vuelos durante el sábado y el domingo, en uno de
los fines de semana de mayor tráfico del año, ya que coincidían en Reino Unido
un puente y una semana de vacaciones escolares. Citigroup estima en 175.000
personas el número de pasajeros afectados.
Cruz indicó que dos terceras
partes de los pasajeros que no pudieron despegar llegarían a sus destinos a lo
largo del día de ayer, y que al resto se les estaba dando la opción de poder
volar en los próximos seis meses.
Ayer, todavía seguía habiendo
algunos retrasos y cancelaciones en los aeropuertos de Heathrow y Gatwick. Para
hoy se espera una casi normalidad en el servicio.
A pesar de que el ejecutivo
español ha insistido en que el caos aéreo se ha debido a un fallo técnico en el
suministro de energía, las causas de semejante crisis no quedan claras. Hace
unos meses, Delta Air Lines tuvo un problema similar en Estados Unidos, lo que
puso en alerta al sector sobre la vulnerabilidad de sus sistemas tecnológicos.
Según las vagas explicaciones
dadas por BA, un corte de energía secundado por errores en los sistemas de back
up han provocado esta situación. "Cuando tengamos las conclusiones de la
investigación, daremos más datos", ha dicho Cruz.
Los expertos se preguntan si la
agresiva política de recorte de costes emprendida en British Airways había
llegado demasiado lejos. Desde su llegada, procedente de la aerolínea de bajo
coste Vueling, Cruz ha quitado las comidas gratis de los vuelos más cortos y ha
añadido más asientos en la clase turistas de algunos aviones.
Los pasajeros tienen ahora la
opción de comprar sándwiches de Marks & Spencer para comer. En los vuelos
de más de ocho horas se han reducido de dos a una las comidas gratis ofrecidas
por la aerolínea. "Siempre vamos a estar reduciendo costes. Está en
nuestro ADN. Si un día no se nos ocurre algo para hacerlo, es que no estamos
haciendo nuestro trabajo", declaró Cruz a la revista Skift a principios de
año.
Sin embargo, lo sucedido el fin
de semana abre el debate. "Esta debacle cuestiona si la política de
recortes de Willie Walsh, consejero delegado de IAG, ha tocado hueso",
indicaba un artículo de opinión el diario Financial Times. Los sindicatos
aseguran que la desmantelación de 700 puestos de trabajo del departamento de
Sistemas hace un año y su subcontratación en India han provocado esta crisis.
"No hay despidos ni subcontrataciones que hayan causado estos
problemas", aseguró tajante el español.
Cruz también ha sido muy
criticado por tardar tres días en dar explicaciones públicas sobre lo ocurrido,
aunque el ejecutivo aseguró que su prioridad había sido "estar en contacto
con los pasajeros a través de BA.com y Twitter", donde colgó dos vídeos
pidiendo disculpas y dando instrucciones a los pasajeros de que no fueran al
aeropuerto a no ser que su vuelo estuviera confirmado.
Sus apariciones en la red social
fueron muy comentadas. El sábado, Cruz habló en el primer vídeo vestido con
corbata y, encima, un chaleco reflectante, algo que causó críticas. El domingo,
en un segundo vídeo, ya sin chaleco, Cruz volvió a pedir disculpas a los
pasajeros y a intentar explicar lo sucedido. Este lunes, con todavía
cancelaciones y vuelos retrasados, ya no hubo más comunicaciones a través de la
red social. En su lugar, Cruz ofreció entrevistas a BBC y Sky.
Según
Publica: expansion.com
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