Salud » Alzheimer: Las mujeres tienen más riesgo que los hombres por una variante genética
Los científicos llegaron a estas
conclusiones mediante el análisis de datos sobre un gran número de personas
mayores a las que se siguió en el tiempo
y se observó si habían pasado de tener buena salud a padecer deterioro
cognitivo leve -desde donde la mayoría pasa a desarrollar la enfermedad de
Alzheimer con los años- o la enfermedad de Alzheimer en sí.
El descubrimiento tiene
implicaciones para los terapeutas genéticos, clínicos y pacientes individuales,
así como para los diseñadores de ensayos clínicos, además de que podría ayudar
a arrojar luz sobre las causas subyacentes de la enfermedad de Alzheimer, un
síndrome neurológico progresivo que resta memoria a sus víctimas y capacidad de
razonar. Su incidencia aumenta de manera exponencial después de los 65 años y,
según la Asociación estadounidense de Alzheimer, la enfermedad tiene un costo
de más de 144 millones de euros anuales.
El número de mujeres con
enfermedad de Alzheimer es muy superior al de los hombres, debido, en parte, a
que las mujeres, en promedio, viven más, pero la mayor longevidad explica sólo
una parte del aumento de la susceptibilidad de las mujeres a la enfermedad de
Alzheimer. "Incluso después de corregir por edad, las mujeres parecen
estar en mayor riesgo", afirma el autor principal del estudio, Michael
Greicius, profesor asistente de Neurología y Ciencias Neurológicas y director
médico del Centro Stanford para Trastornos de la Memoria.
En esta investigación, que se
publica este lunes en la revista 'Annals of Neurology', Greicius y sus colegas
analizaron los registros de más de 8.000 personas, la mayoría de ellas mayores
de 60 años, que fueron monitorizadas a través del tiempo en uno de 30 centros
de Alzheimer de todo el país.
Los registros se almacenaron en
dos grandes depósitos, disponibles al público. En el primero, los
investigadores analizaron las evaluaciones clínicas de 5.000 personas cuyos
resultados de los exámenes fueron normales al principio y 2.200 personas que
inicialmente habían mostrado signos de deterioro cognitivo leve. En ambos
grupos, ser portador de ApoE4 aumentó la probabilidad de la enfermedad de
Alzheimer, como se esperaba.
Pero una mirada más detallada
reveló que entre los que inicialmente parecían normales, este aumento del
riesgo fue sólo marginal para los hombres mientras que las mujeres que portaban
la variante de ApoE4 tenían casi el doble de probabilidades de progresión a
deterioro cognitivo leve o enfermedad de Alzheimer que las que no lo poseían.
"Nuestro estudio mostró que, entre los controles sanos de más edad, tener
una copia de la variante de ApoE4 confiere un riesgo considerable de enfermedad
de Alzheimer en las mujeres, pero no en los hombres", resume Greicius.
La segunda base contiene datos de
imagen y mediciones de varias sustancias bioquímicas del líquido espinal que
pueden servir como biomarcadores útiles de deterioro cognitivo leve y
enfermedad inminente final de Alzheimer. El análisis de los registros de mil
pacientes de esta base de datos no sólo confirmó el efecto diferencial de ApoE4
sobre las mujeres frente a los hombres, sino que también dio pistas que pueden
ayudar a los científicos a comenzar a explorar, y tal vez algún día explicar,
los mecanismos moleculares que vinculan ApoE4 al Alzheimer, según Greicius.
El gen ApoE es como una receta
para una proteína importante para el transporte de sustancias grasas en el
cuerpo, algo que es particularmente importante en el sistema nervioso central,
puesto que la función del cerebro depende de la rápida reorganización de esas
sustancias grasas a lo largo de y entre las membranas de las células nerviosas.
El gen ApoE existe en tres
variedades, apoE2, apoE3 y ApoE4, dependiendo de las variaciones heredadas en
la secuencia del gen. Como resultado, la proteína que el gen especifica también
está disponible en tres versiones, cuyas estructuras y transporte de la
sustancia grasa, difieren.
La mayoría de las personas son
portadoras de dos copias de la variante del gen ApoE3, una de cada padre, pero
alrededor de una de cada cinco personas lleva al menos una copia de ApoE4 y un
pequeño porcentaje tiene dos copias ApoE4. Numerosos estudios que se remontan a
la década de 1990 han confirmado que ApoE4 es un factor de riesgo para la
enfermedad de Alzheimer, con una sola copia de ApoE4 aumentado ese riesgo el
doble o el cuádruple. Llevar dos copias confiere diez veces más riesgo de
enfermedad de Alzheimer.
Uno de los muchos estudios,
publicado en 1997 en 'The Journal of the American Medical Association', sugiere
que las mujeres portadoras de ApoE4 están en mayor riesgo de enfermedad de
Alzheimer que los hombres que lo tienen. Pero por diversas razones, no se
siguió esta investigación y los médicos y los científicos que diseñan los
ensayos clínicos han tendido a desestimar esta distinción hasta ahora, señala
Greicius.
Los desarrolladores de fármacos
para la enfermedad de Alzheimer ya están prestando mucha atención a si sus
participantes en sus ensayos clínicos tienen una copia de la variante de ApoE4,
puesto que estudios previos han mostrado un efecto diferencial sobre los que
llevan el gen frente a los que no son portadores.
Según Greicius, harían bien
también en diferenciar entre el efecto de un fármaco candidato en las mujeres
que tienen el gen ApoE4 frente a los hombres. Mientras tanto, los
investigadores básicos pueden preguntarse por qué existe esa diferencia, puesto
que el esfuerzo por responder a esa pregunta puede revelar un importante
mecanismo molecular o un conjunto de ellos que explique el efecto diferencial,
propone este experto.
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