Globalia: la oferta del ruso Usmanov se estanca por la crisis de Crimea

El dueño del aeropuerto de Moscú había aceptado pagar la cantidad que había pedido Hidalgo, unos 700 millones

 

 

El interlocutor de Globalia para la venta del grupo a los rusos, Miguel Ángel Sánchez, director financiero, fue informado la semana pasada por el representante de Alisher Usmanov  en España que “lamentablemente no podían llevar a cabo la presentación de la oferta de compra”, tal como habían quedado, “debido a la crisis de Crimea”.

El pasado día 16, domingo, venció el plazo acordado por ambas partes para hacer efectiva la oferta del grupo que lidera el dueño del aeropuerto de Moscú y del Arsenal, entre otros empresarios interesados en hacerse con Globalia. Los rusos habían acordado en consejo aceptar la cantidad planteada por Juan José Hidalgo.

Pero las acontecimientos prebélicos que acaecen en Crimea, y que tienen en vilo no sólo a los protagonistas del enfrentamiento, rusos y ucranianos por un lado y a miembros del resto de las potencias, por otro, han llevado a los interesados en hacerse con Globalia a no cumplir con el “deadline” señalado por las dos partes.

Las conversaciones del representante del grupo ruso en España y el presidente de Globalia se iniciaron a finales de la primavera del año pasado. En primera instancia, los hombres de Usmanov sólo aspiraban a hacerse con Air Europa, pero el presidente de la aerolínea les comunicó que la venta era de toda Globalia.

Las reuniones desde entonces fueron constantes, pues el equipo de Usmanov en nuestro país tuvo que trasladar las pretensiones de Hidalgo a Moscú, con consultas de ida y vuelta, y posteriormente iniciar la “due diligence” del grupo, por lo que pudieron auscultar al detalle el estado de cuentas de todas las divisiones.

Tal como adelantó reportur.com el 15 de diciembre, los rusos estaban dispuestos a pagar lo que pedía el dueño de Globalia, e incluso hacerse con negocios nada rentables y que desconocían, con tal de hacerse con una Air Europa que consideran estratégica para el plan de viabilidad de sus planes en el negocio de la aviación.

Hidalgo aspiraba entonces a conseguir de los rusos unos 700 millones de euros, la deuda del grupo y la suya y más de 100 millones de beneficio para los accionistas, cantidad que Usmanov y sus socios acordaron desembolsar. A la par, el presidente de Globalia seguía estudiando ofertas y contemplando una hipotética salida a Bolsa.

El presidente de Globalia fue delegando el día a día de las negociaciones en su director financiero, que era el que lo mantenía informado de la marcha de las ofertas y contra ofertas, mientras su presidente se ocupaba de otros menesteres, como los de aclarar los temas fiscales con la subdirectora general de Impuestos de Dominicana.

El estancamiento de la propuesta de los rusos no ha producido escozor en Globalia porque en el grupo “se está viviendo una situación idílica con unos resultados en Air Europa que no sólo van a batir récords sino que estarán por encima de la suma de los obtenidos por dos grandes cadenas hoteleras del país”, según una fuente de Pozuelo.