La Unión Europea prepara sanciones contra el régimen por la represión en Kiev
La Unión Europea eleva el tono con Ucrania. Tras la escalada
de la violencia en las últimas 24 horas, Bruselas cree que ha llegado la hora
de imponer sanciones, una estrategia a la que hasta ahora se había resistido
para no perder influencia en la zona. La alta representante de la Política
Exterior europea, Catherine Ashton ha lanzado hoy esa propuesta para castigar a
los dirigentes políticos por la escalada del conflicto. Los Estados podrían dar
su visto bueno mañana mismo. El presidente francés, François Hollande, ha
pedido este miércoles sanciones "dirigidas" contra los responsables
de la violencia policial en Ucrania que deberían ser efectivas este jueves.
Hollande ha reiterado su petición junto con la canciller
alemana, Angela Merkel. En una rueda de prensa conjunta este miércoles en
Paris, han amenazado con sanciones a los responsables de los actos violentos,
aunque hayan abogado por un diálogo político para poner fin a los disturbios en
Ucrania. "Los que han cometido esos actos, los que se preparan para
cometer otros, deben saber que serán sancionados", ha declarado el
presidente francés, que ha presidido con Merkel un consejo de ministros
franco-alemán celebrado en el Palacio del Elíseo.
Hollande ha definido las violencias en Kiev como "actos
incalificables, intolerables, de inadmisible brutalidad y represión".
El presidente francés ha aclarado también que serán los
titulares de Exteriores de los países de la Unión Europea, que se reunirán
mañana jueves en Bruselas, los que determinarán tanto las sanciones como su
severidad. Ha agregado, sin embargo, que los países de la UE comparten la
voluntad de que Ucrania viva "una transición política". y ha abogado
por que se pueda regresar cuanto antes a la "calma" y la
"serenidad".
Hollande se ha también se ha referido a los enfrentamientos
de las últimas horas en Ucrania, que han dejado al menos 26 muertos y
centenares de heridos, como "actos incalificables, intolerables, inadmisibles
de violencia, brutalidad y represión".
La canciller alemana ha explicado que se hará todo lo
posible "en favor del diálogo político" entre el Gobierno y la
oposición para encontrar una solución al conflicto, y ha declarado que se
estudiarán "sanciones contra los autores de la violencia", pero sin
que estas pesen sobre la población civil.
"Las sanciones no son suficientes, hay que relanzar un
proceso político, y buscamos todos los contactos posibles, principalmente en la
dirección de Rusia", ha dicho Merkel, quien ha recordado que el papel del
gobierno de Kiev es "impedir el recurso a la violencia" y ha avisado
de que, si esta no cesa, mañana jueves se discutirán sanciones en Bruselas.
Tanto Hollande como Merkel han insistido en que prosiguen
los contactos diplomáticos, especialmente con los países vecinos, para lograr
un cese de la violencia. En ese sentido, Hollande ha hablado este miércoles por
teléfono con el primer ministro polaco, Donald Tusk, quien ha mantenido
numerosos contactos con líderes europeos para intentar encontrar una solución a
las violentas protestas en Ucrania.
El primer paso en la política de sanciones que la UE prevé
acordar “en las próximas horas” lo ha dado esta mañana su brazo financiero, el
Banco Europeo de Inversiones (BEI), anunciado que deja “en espera” todos sus
proyectos en el país. “Después de los acontecimientos de las últimas horas y en
línea con la postura que puedan tomar las autoridades comunitarias, hemos
decidido dejar en espera los proyectos financiados por el BEI en Ucrania”, ha
apuntado el presidente de la institución, Werner Hoyer. Los responsables del
BEI no han querido, sin embargo, ir más allá y se han mostrado “completamente
alineados” con la posición de la UE respecto a Ucrania. “Nuestra actividad en
el país estará estrechamente ligada a la posición que el Consejo adopte”, ha
señalado un portavoz de la institución que ha confirmado que su oficina de Kiev
seguirá abierta y todo su personal permanecerá, de momento, en la capital
ucraniana.
El propio presidente de la Comisión Europea, José Manuel
Durão Barroso, ha pedido a los países que aprueben esa herramienta.
"Esperamos que las medidas dirigidas a los responsables de la violencia y
del uso excesivo de la fuerza puedan ser acordadas por los Estados miembros de
manera urgente", ha confiado en un comunicado en el que apunta a "los
líderes políticos del país" como responsables de garantizar "la
necesaria protección de los derechos fundamentales y las libertades".
Aunque esta amenaza había sido invocada varias veces, hasta
ahora Bruselas se había guardado ese as en la manga (que puede implicar
retirada de visados, bloqueos y congelación de activos en Europa) para no
taponar el canal de negociación que mantiene abierto con el presidente, Víctor
Yanukóvich, y con la oposición para intentar encauzar el conflicto. A la vista
del deterioro sufrido, la diplomacia europea cree que es hora de tomar medidas
contra Yanukóvich, aunque está por ver si la propuesta logrará el respaldo
necesario de los países miembros.
De momento, los Estados permanecen divididos, con España en
el grupo de los contrarios a las sanciones. El motivo es que los diplomáticos
españoles consideran que decretar sanciones implica cerrar el diálogo que aún
se mantiene con el régimen y, por tanto, disminuye las opciones de una solución
negociada. Otros países comparten esta postura, que pone en entredicho la
posibilidad de aprobar sanciones conjuntas. La decisión quedará para los
titulares de Exteriores, aunque como orientación el Consejo Europeo, que representa
a los Estados miembros, ha emitido un comunicado en el que asegura que la Unión
Europea “responderá al deterioro sobre el terreno con medidas dirigidas” a los
responsables de la violencia.
Esta misma mañana, el presidente polaco, Donald Tusk, había
pedido públicamente que se activara ese mecanismo sancionador. Más explícito,
el ministro sueco de Exteriores, Carl Bildt, había asegurado que Yanukóvich
"tiene las manos manchadas de sangre", un lenguaje que, en boca de
diplomáticos, implica que la UE tiene ya pocas esperanzas de que el presidente
pueda liderar una resolución del conflicto. Ashton tiene previsto convocar un
Consejo de Exteriores extraordinario para mañana jueves con el objetivo de
aprobar las sanciones, que en principio cuentan con respaldo mayoritario.
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