La dirección de Iberia y los representantes de los
tripulantes de cabina (3.800 trabajadores) se reúnen este martes con el
objetivo de dar el último visto bueno a un acuerdo laboral que flexibiliza las
condiciones de trabajo y establece el nuevo marco económico de este colectivo,
según fuentes cercanas a la negociación. La firma del pacto, de producirse esta
mañana como está previsto, llegará 12 días después de que los pilotos sellaran
la paz, tras años de conflictos, para intentar sacar a la aerolínea de las
pérdidas este mismo año tras cinco ejercicios consecutivos en números rojos. El
acuerdo prevé una congelación de salarios hasta 2015 (tras la bajada del 14% en
2014) y, a partir de ese año, se vincularán a la rentabilidad de la compañía
aérea.
El próximo viernes el grupo IAG, holding que integra a
Iberia y British Airways, presenta los resultados anuales y el consejero
delegado de la aerolínea española, Luis Gallego, quiere acudir a la cita con
los problemas laborales resueltos. Solo faltaría el acuerdo con el personal de
tierra, compuesto por unos 8.000 empleados (servicios de asistencia en tierra o
handling y mantenimiento), aunque no está claro que se pueda cerrar este
semana.
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