Iberia trabaja en un nuevo plan estratégico a medio plazo para paliar las adversas circunstancias
La crisis del tráfico en Barajas se ceba en las dos grandes
low cost, Ryanair e easyJet
Iberia en BarajasJorge Chamizo.– La crisis que sufre el
aeropuerto de Barajas en los últimos años pero especialmente en este 2013 tiene dos claros protagonistas, las
compañías de bajo coste easyJet y Ryanair. Los dos grandes grupos del low cost
están sufriendo en sus carnes como pocos la caída de actividad del terminal, cuyas
causas son diversas. La polémica y agresiva línea aérea irlandesa ha perdido
1,2 millones de viajeros entre enero y agosto, lo que implica un desplome en su
actividad del 32%, muy por encima de la media del aeropuerto, situada en el
14%. EasyJet, por su lado, sufre un mayor castigo. Su actividad cae el 40% y se
ha dejado 800.000 pasajeros en el camino. Es decir, en total, la suma de la
sangría que sufren las dos aerolíneas asciende a 2 millones de viajeros, según
los datos que elabora AENA. Iberia, el principal operador del aeropuerto, y su
filial de bajo coste Iberia Exprés, también asumen su parte del castigo, pero
es menor en términos relativos, ya que cae en conjunto el 19% al perder 2,3
millones de pasajeros entre enero y agosto. Maniatada por sus pilotos, Iberia
trabaja en un nuevo plan estratégico a medio p lazo para superar las adversas
condiciones.
Las cifras de las dos grandes gigantes low cost reflejan el
repliegue operativo que decidieron aplicar en sus vuelos a Madrid este
ejercicio ante la subida exponencial de las tasas que cobra AENA por usar los
aeropuertos, el incremento del IVA del mes de septiembre y la dureza de la
crisis, mayor de lo esperado.
En el caso de Iberia, la aerolínea del grupo IAG ha sufrido
obviamente por el contexto económico y también por el propio conflicto interno
derivado del plan de ajuste llevado a cabo por la matriz, que derivó en un
conflicto abierto con los sindicatos y otro larvado con el Gobierno al
interceder éste porlos trabajadores.
El objetivo de IAG es reducir los costes de Iberia y hacerla
competitiva, sobre todo en el largo radio. En ello se trabaja con ahínco pese a
la resistencia del colectivo de los pilotos, que aún no ha pactado con la
empresa. En el medio y corto su apuesta es Iberia Exprés y Vueling, que sigue
creciendo. Exprés está atascada, constreñida por un laudo arbitral que le
condiciona los costes de contratación de la tripulación de los aviones.
Ahora, mientras el ministro de Industria José Manuel Soria
se lamenta amargamente de aluno de los efectos del acuerdo de fusión con
British Airways, la compañía que preside Antonio Vázquez está trabajando en un
nuevo plan estratégico con el que tratarán de responder a una demanda que
algunos trabajadores llevaban tiempo reclamando: una visión de futuro de la
empresa después de acometer un fuerte ajuste que incluyía el despido de cerca
de 3.150 trabajadores y una rebaja salarial del 14%.
Se trata del tercer plan estratégico de la aerolínea en
apenas año y medio. El denominado Plan 2015 fue sustituido por el Plan
Transforma, que vio la luz el pasado 9 de noviembre y que causó la batalla
entre la compañía y los sindicatos. Ahora llega el tercero para sustituir a
éste.
Los datos de tres de los grandes operadores de Barajas -el
segundo, Air Europa es la excepción que confirma la regla y curiosamente está
creciendo- ofrecen una clara muestra de la intensidad de la crisis del tráfico
aéreo en España en general y en Barajas en particular. El aeropuerto madrileño
depende sobre todo el tráfico de negocios, claramente lastrado por la crisis, y
en menor medida del turístico, que además, como agravante de la situación, se
ve afectado por la caída de visitantes a la ciudad en un año récord para el
turismo extranjero.
Hay que remontarse al año 2010 para encontrar un cierre del
año con cifras positivas de tráfico de pasajeros en Barajas, ejercicio en el
que repuntó un 3%. Esa tendencia de retrocesos, por tanto, ya se manifestaba
antes de la cura de adelgazamiento a la que se está sometiendo la antigua
aerolínea de bandera española. El año pasado el descenso se cifró en un 9%, al
recibir 45,2 millones de pasajeros. Y en 2011, en un 0,4% (49,7 millones de
viajeros).
Lo llamativo es que este declive se ha acelerado mucho
durante los últimos meses. En lo que llevamos de año, su tráfico ha caído un
14,3%. Esto ha dado lugar a situaciones impensables hace unos años, como la
ocurrida el pasado mes de agosto, cuando el aeropuerto barcelonés de El Prat
superó por primera vez al aeropuerto madrileño en tráfico de viajeros, al registrar
3,9 millones de pasajeros, 100.000 más que este último.
Dato no evidente
El gestor aeroportuario, AENA, no considera que este dato
evidencie un relevo en la cabeza de la clasificación de los aeropuertos
españoles. Al menos a corto plazo. El ya bautizado como «sorpasso» aéreo,
sostiene la sociedad dependiente del Ministerio de Fomento, es fruto de una
mayor demanda coyuntural. Aparte del descenso de la actividad en Barajas,
Barcelona, como destino turístico de costa, sale favorecida en las estadísticas
estivales. Sus estimaciones apuntan a que el aeropuerto madrileño continúe
liderando el ranking en las estadísticas de todo el año. Esto no es óbice para
que en el sector se hagan cábalas para tratar de dilucidar qué es lo que está
ocurriendo en Madrid.
Barajas no es en todo caso el epicentro de los vuelos de
bajo coste en España. Los aeropuertos españoles más utilizados por estas
aerolíneas en lo que va de año son el de Barcelona-El Prat, con 4,8 millones de
viajeros y un aumento del 5,6%; el de Palma de Mallorca, con 4,3 millones de
pasajeros y un aumento del 8,1%, el de Málaga, con 2,8 millones de pasajeros,
un 9,2% más, y el de Alicante, que recibió más de 2,4 millones de viajeros, un
12,1% más. Por el contrario, en los
primeros ocho meses del año el aeropuerto de Madrid-Barajas experimentó una
caída del 19%, con 1,9 millones de viajeros low cost y el aeropuerto de
Valencia un descenso del 3,7%, con un total de 759.635 pasajeros transportados.
Ryanair, easyJet y Vueling fueron las principales low cost
en España en el octavo mes de 2013, al transportar en su conjunto al 58,4% de
los viajeros que optaron por el bajo coste. Vueling destacó un mes más por el
importante crecimiento de su actividad.
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