Comunicado de todos los sindicatos de Iberia
CONSTITUIDA LA COMISIÓN PARA EL SEGUIMIENTO
DEL ACUERDO DE MEDIACIÓN
El 12 de septiembre por la tarde, horas antes de que venciera el plazo estipulado en
el acuerdo de mediación, finalmente se constituyó la comisión mixta para el
seguimiento del citado pacto entre la dirección de Iberia y los sindicatos que lo
firmamos. El propio documento fija las funciones de la comisión: el análisis de “los
resultados obtenidos como consecuencia del presente Acuerdo, especialmente en
materia de flota y utilización, evolución y rentabilidad de rutas, así como costes
operativos y productividad”.
En la reunión, los sindicatos expresamos nuestro profundo malestar por el retraso en
la constitución de esta comisión, cuya puesta en funcionamiento habíamos
reclamado ya en abril, tras el fracaso de la negociación sobre medidas de
productividad. Un fracaso atribuible, una vez más, a la intransigencia de la dirección
de Iberia, en el mejor de los casos, o a su mala fe, en el peor, siendo ambas
posibilidades perfectamente compatibles.
La dirección de Iberia atribuyó el retraso en la constitución de la comisión al hecho
de haber estado trabajando en la elaboración de un nuevo plan estratégico para la
Compañía, descartando la dilación por otros motivos, tal y como asegurarse la paz
social hasta la puesta en marcha de la comisión (como establece el acuerdo de
mediación en su punto II. 10).
Asimismo, la dirección nos trasladó la insuficiencia, a su juicio, del acuerdo de
mediación para dar solución a los problemas que presenta Iberia. Es por ello que
está preparando un nuevo plan, con un horizonte hasta 2018, con el que podamos
trascender el rígido corsé del acuerdo de mediación. Manifestó que espera tener
listo dicho plan a finales de octubre, aunque añadió que la fecha es meramente
orientativa.
A este respecto, los sindicatos manifestamos que el acuerdo de mediación sirvió
para lo que sirvió: para poner fin a las hostilidades, detener un ERE extintivo,
extremadamente agresivo, y transformarlo en un ERE relativamente benigno, que
lleva en vigor desde 2001 y se ha visto prorrogado hasta 2015.
Sin embargo, el contenido del acuerdo ha venido a demostrar que es preferible
llegar a acuerdos entre las partes que dejar al albur de un tercero la resolución de un
proceso de negociación frustrado. El que viene de fuera desconoce las auténticas
necesidades de las partes y sus soluciones no dejan de ser parches, cirugía a golpe
de escoplo, que no ha dejado satisfecho a nadie.
La intransigencia de la dirección de IAG fue la principal responsable de que
fuéramos incapaces de llegar a un acuerdo y tuviéramos que recurrir a la mediación.
Esperemos que haya aprendido la lección. Ahora, tras el cese de Sánchez-Lozano,
de infausto recuerdo, la nueva dirección de Iberia propone iniciar un nuevo proceso
de negociación, con un horizonte temporal y de contenidos que supere el rígido
marco del acuerdo de mediación. Veremos cuál es el margen real con el que cuenta
el nuevo consejero delegado respecto a su antecesor a la hora de llegar a acuerdos.
Hasta tanto no demuestre lo contrario, la experiencia reciente aconseja mantener el
escepticismo.
Cualquier plan que pretenda dotar de futuro a Iberia pasa necesariamente por un
acuerdo con todos los colectivos de la Compañía. En este sentido, según
informaciones del propio Sepla, parece que se están produciendo avances en la
negociación de su convenio, de lo cual nos congratulamos.
La situación de Iberia precisa de pactos para salir adelante. Ahora bien, la dirección
ya ha sido advertida de que si pretende trascender el acuerdo de mediación estará
dando paso a un proceso de negociación abierto, en el que ambas partes
expondremos nuestras necesidades. Si la dirección de Iberia pretende resolver las
carencias del pacto del 13 de marzo, para nosotros también las tiene y querremos
hacer lo propio, liberados ya como estamos del compromiso de mantener la paz
social.
UGT CCOO USO ASETMA CTA VUELO SITCPLA
13 de septiembre de 2013
DEL ACUERDO DE MEDIACIÓN
El 12 de septiembre por la tarde, horas antes de que venciera el plazo estipulado en
el acuerdo de mediación, finalmente se constituyó la comisión mixta para el
seguimiento del citado pacto entre la dirección de Iberia y los sindicatos que lo
firmamos. El propio documento fija las funciones de la comisión: el análisis de “los
resultados obtenidos como consecuencia del presente Acuerdo, especialmente en
materia de flota y utilización, evolución y rentabilidad de rutas, así como costes
operativos y productividad”.
En la reunión, los sindicatos expresamos nuestro profundo malestar por el retraso en
la constitución de esta comisión, cuya puesta en funcionamiento habíamos
reclamado ya en abril, tras el fracaso de la negociación sobre medidas de
productividad. Un fracaso atribuible, una vez más, a la intransigencia de la dirección
de Iberia, en el mejor de los casos, o a su mala fe, en el peor, siendo ambas
posibilidades perfectamente compatibles.
La dirección de Iberia atribuyó el retraso en la constitución de la comisión al hecho
de haber estado trabajando en la elaboración de un nuevo plan estratégico para la
Compañía, descartando la dilación por otros motivos, tal y como asegurarse la paz
social hasta la puesta en marcha de la comisión (como establece el acuerdo de
mediación en su punto II. 10).
Asimismo, la dirección nos trasladó la insuficiencia, a su juicio, del acuerdo de
mediación para dar solución a los problemas que presenta Iberia. Es por ello que
está preparando un nuevo plan, con un horizonte hasta 2018, con el que podamos
trascender el rígido corsé del acuerdo de mediación. Manifestó que espera tener
listo dicho plan a finales de octubre, aunque añadió que la fecha es meramente
orientativa.
A este respecto, los sindicatos manifestamos que el acuerdo de mediación sirvió
para lo que sirvió: para poner fin a las hostilidades, detener un ERE extintivo,
extremadamente agresivo, y transformarlo en un ERE relativamente benigno, que
lleva en vigor desde 2001 y se ha visto prorrogado hasta 2015.
Sin embargo, el contenido del acuerdo ha venido a demostrar que es preferible
llegar a acuerdos entre las partes que dejar al albur de un tercero la resolución de un
proceso de negociación frustrado. El que viene de fuera desconoce las auténticas
necesidades de las partes y sus soluciones no dejan de ser parches, cirugía a golpe
de escoplo, que no ha dejado satisfecho a nadie.
La intransigencia de la dirección de IAG fue la principal responsable de que
fuéramos incapaces de llegar a un acuerdo y tuviéramos que recurrir a la mediación.
Esperemos que haya aprendido la lección. Ahora, tras el cese de Sánchez-Lozano,
de infausto recuerdo, la nueva dirección de Iberia propone iniciar un nuevo proceso
de negociación, con un horizonte temporal y de contenidos que supere el rígido
marco del acuerdo de mediación. Veremos cuál es el margen real con el que cuenta
el nuevo consejero delegado respecto a su antecesor a la hora de llegar a acuerdos.
Hasta tanto no demuestre lo contrario, la experiencia reciente aconseja mantener el
escepticismo.
Cualquier plan que pretenda dotar de futuro a Iberia pasa necesariamente por un
acuerdo con todos los colectivos de la Compañía. En este sentido, según
informaciones del propio Sepla, parece que se están produciendo avances en la
negociación de su convenio, de lo cual nos congratulamos.
La situación de Iberia precisa de pactos para salir adelante. Ahora bien, la dirección
ya ha sido advertida de que si pretende trascender el acuerdo de mediación estará
dando paso a un proceso de negociación abierto, en el que ambas partes
expondremos nuestras necesidades. Si la dirección de Iberia pretende resolver las
carencias del pacto del 13 de marzo, para nosotros también las tiene y querremos
hacer lo propio, liberados ya como estamos del compromiso de mantener la paz
social.
UGT CCOO USO ASETMA CTA VUELO SITCPLA
13 de septiembre de 2013
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