Los 4 avances de Willie Walsh en su dominio sobre el cielo español
En una sola jornada, el líder de
IAG ha dado un paso de gigante para consolidar su dominio sobre el cielo
español, cuyo reparto ahora comparte principalmente con Ryanair. Walsh, este
miércoles, ha apuntalado su poder en Iberia y sus posibilidades de éxito en la
oferta por Vueling. El dublinés se destaca así como el directivo más influyente
de la aviación en Europa, por encima de O’Leary y su homólogo en Lufthansa. La
suma de controlar British, Iberia, Vueling e Iberia Express, adelanta al resto
de grupos aéreos del continente.
En la ruta hacia esta cumbre,
Walsh ha tenido que hilar muy fino para desactivar todos los frentes que
amenazaban su éxito en su ofensiva por aerolíneas españolas. El rechazo de
Vueling a la OPA planteada y el alargamiento del conflicto laboral en Iberia ha
trastocado los ‘timings’ previstos. Pero después de unos meses, el camino
parece más allanado que nunca para el perspicaz ejecutivo irlandés, gracias a
sus avances en cuatro parcelas, detalladas a continuación:
–El control de Iberia. Sustituir
a Sánchez Lozano por Luis Gallego supone tener en Iberia a un consejero
delegado que debe su cargo directamente al máximo ejecutivo de IAG, de lo que
se deduce una postrera fidelidad absoluta. Sánchez Lozano era un hombre de
Bankia, y aunque cercano a los postulados de Londres, debía su puesto a un
banco ahora controlado por el Gobierno, motivo por el que discutió a Walsh
sobre el ajuste en Iberia. Todo apunta a que la salida de Vázquez, sin responsabilidad
ejecutiva, tampoco se demorará muchos meses más, mientras Dupuy se mantiene
como el español más leal al irlandés.
–El largo y corto radio. El
nombramiento de Gallego también se interpreta como decantarse por un perfil con
mucho más volcado en el ‘feeder’ de Barajas, pues su experiencia aérea se ciñe
a Air Nostrum, Vueling e Iberia Express. El madrileño es muy cercano a Bertomeu
y Cruz, y para IAG, la primera prioridad para Iberia era frenar la sangría que
le representaba la corta y media distancia. Así, habrá algo de más tutela desde
Londres sobre el largo radio, que es de donde viene la rentabilidad de la
compañía española, y que resulta un área donde el nuevo consejero delegado
carece de gran experiencia.
–El precio de Vueling. Aumentar
en un tercio la oferta por Vueling se sitúa en línea con el consenso de
analistas del mercado, pero existen voces argumentando que la nueva oferta es
todavía baja. Entre estas razones figuran que los 9,25 euros que propone IAG
por cada acción de la low cost seguirán suponiendo un impacto negativo en el
patrimonio de Iberia, esta vez limitado a 14 millones frente a los 45 millones
de la primera oferta. Además, subir un 32 por ciento la OPA inicial significa
valorar Vueling en 276 millones, lo que sigue siendo por debajo de los 339
millones de caja neta que tiene la compañía con base en Barcelona. Esto quiere
decir que IAG tasa el negocio de Vueling en negativo.
–Las condiciones de la OPA. A
pocos se les escapa que uno de los motivos que incitaron al rechazo de la
oferta anterior fue la necesidad de que esta fuera aprobada por los accionistas
secundarios, y por ello, ahora IAG ha reducido sus metas a hacerse con el 50,01
por ciento del capital, conformándose con un 4,16 por ciento adicional que ya
le daría el control total de Vueling. Probablemente, así se aminorará la
presión de los fondos, y lo que queda por ver es la postura del consejo de la
low cost, en lo que a buen seguro será muy influyente las instrucciones que se
den desde el Gobierno. Este cabo representa el único que aún no tiene del todo
atado Willie Walsh.
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