¿72,58 minutos de demora por cada controlador expedientado o despedido en España?
Eurocontrol cifraba el sábado a
media mañana, 6 horas después del comienzo de la huelga legal convocada por los
controladores españoles, en 75 horas el total acumulado de demoras en los
vuelos con origen o destino a España. El espacio aéreo europeo es un todo, como
sucede cuando controladores franceses, alemanes o portugueses convocan paros, y
como si se tratara de un juego de dominó, los retrasos se acumulan
exponencialmente, según pasan las horas.
No es lo mismo evidentemente la
regulación que se puede establecer cuando esos paros parciales se establecen a
lo largo de 3 horas, que cuando lo son interrumpidamente a lo largo de 12. El
efecto acumulativo al que aludía la portavoz de USCA, es de difícil adscripción
a los vuelos concretos afectados. Pero, eso sí, el sábado ENAIRE se mostró
sorprendentemente activa a la hora de valorar la incidencia en las demoras y en
desmentir cuestiones como su por primera vez propuesta concreta de esperar al
pronunciamiento judicial para continuar o no con la ejecución de las sanciones
a los 61 ATCs de Barcelona.
El pequeño matiz, es que ya hay controladores que
han cumplido su sanción, además del injustamente despedido desde hace 5 años, y
USCA señala que ya ha habido un pronunciamiento judicial que archivara los
hechos. USCA tuvo que hacer pública el ACTA de las reuniones, para poner en
evidencia que ENAIRE no estaba siendo veraz ayer en las RRSS sobre la oferta
que planteó el pasado jueves. La desconovocatoria de los paros era inasumible
por USCA en las condiciones propuestas por ENAIRE.
USCA por su parte en
declaraciones a este medio señalaba que el 40% de las demoras serían directamente
achacables a la huelga, mientras que el 60% restante lo serían a la habitual
congestión, unida, por ejemplo a las condiciones METEO en la zona de Porto.
Mientras que Eurcontrol hablaba de un 21%, realmente se trataría de un 13%.
USCA por primera vez desde que
comenzara con sus tímidas convocatorias de paros parciales de 3 horas, ha
sentido el aliento de que su convocatoria puede llegar a tener un cierto nivel
de repercusión en toda Europa.
Se han investido por primera vez y perdido la
virginidad en lo que respecta a tomar conciencia de que es posible llegar a
repercutir en el tráfico aéreo, incluso con lo restrictivamente abusivo de los
SSMM que marca Fomento, que oficialmente serían de un 80%, pero que en algunas
de la dependencias en la práctica son de un 100%, dado que afectan a
controladores en imaginarias, supervisores o aquellos que se encuentran en
instrucción, con lo que en realidad en las pequeñas y medias dependencias el
derecho a huelga queda restringido al 0%, y en las grandes, a nivel operativo,
tampoco hay ningún tipo de incidencia, hasta que se alarga el período al punto
crítico de las 12hrs., como sucedía el sábado, donde ya han podido comprobar
que a partir de dicho punto de inflexión, sí que hay repercusión directa y
tangible.
Evidentemente el siguiente paso sería la convocatoria de 24 hrs. y de
no conseguirse algún tipo de acercamiento, una indefinida. Esta opción aún no
está siendo valorada y refrendada por la Asamblea de controladores, pero el
último recurso para presionar el final del conflicto no es algo imposible de
cuestionarse.
Esta semana se vuelven a reunir
con la patronal donde tras 5 años de varapalos, realmente tienen pocas
esperanzas puestas en alcanzar un acuerdo para un plazo medio, e incluso corto.
El agotamiento del colectivo le ha llevado a un letárgico sueño de esperanzas,
y la convocatoria electoral próxima, poco ayuda a un clima sosegado para la
negociación y el acuerdo.
Al contrario. ENAIRE está bastante atado de pies y
manos por las directrices políticas, donde un gesto de acercamiento con los
controladores, temen podría interpretarse como un signo de debilidad de un
Gobierno en franca retirada. Sin ir más lejos, este débil Gobierno, ayer sufría
precisamente en la zona a la que pertenecen los 61 controladores expedientados,
un serio correctivo, que practicamente relegan su presencia a lo testimonial en
el Parlamento catalán.
Por el contrario, dejar resuelto
el conflicto, al menos el de los 61+1 antes de la convocatoria de Elecciones,
podría reafirmar lo errático de los 4 años de RRLL en ENAIRE, y a buen seguro,
Pastor recibiría las críticas de la irresponsabilidad al llegar a este acuerdo
in extremis, por criterios electoralistas, en lugar de haberlo hecho por la
necesidad técnica de mitigar un estado de cosas potencialmente muy peligroso
para el buen funcionamiento operativo de la NA en España.
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