La historia conjunta de Iberia y Air Europa
Los últimos quince años de aviación en España han sido los
de la lucha entre Iberia y Air Europa, con el foco en las conexiones entre
Barajas y América Latina. ¿Había espacio para las dos? En el 2000 los
directores generales de Iberia, Angel Mullor, y de Air Europa, Juan Sáez,
llegaron a firmar un acuerdo de intenciones para iniciar las negociaciones
formales cara a su integración. En 2007 fue Hidalgo quien cortejó a Iberia,
cuando esta era atacada por la Spanair de Gonzalo Pascual. Fue de la mano del
fondo de capital riesgo Gala Capital, en el que participaban Alicia Koplowitz,
Manuel Jove, y el grupo de cajas de ahorro comandado por la vizcaína BBK.
Hidalgo quería contar entonces con una participación a título personal de
entorno al 10% en Iberia.
Ambas tentativas quedaron en nada, pero sí sirvieron para
algo, como mínimo, para plantearse si de verdad hay sitio para las dos, con sus
actuales magnitudes. Y está claro que en algún momento ambas pensaron que no, y
eso que hablamos de tiempos de bonanza. Ha sido frecuente que cuando una ha ido
bien otra ha ido mal, y viceversa. Ahora, en tiempo de crisis, sería proclive a
pensarse que es más difícil que nunca la coexistencia de las dos. Para hacerse
más complementarias una ha tenido que enfocarse un poco más al vacacional, y la
otra al corporativo. El negocio verdaderamente rentable en aviación de largo
radio es la clase business –el 30 por ciento del pasaje hace el 70 por ciento
de los ingresos–, pero Iberia opera con aviones que consumen un 30 por ciento
más que los de Air Europa.
¿Hay sitio para las dos? Hoy la competencia para estas
conexiones es más internacional que nunca, siempre que no se cuente con los
hubs, es decir, que para un madrileño nunca tendrá sentido pasar por París o
Ámsterdam para ir a México. ¿Pero para un bilbaíno, un mallorquín, o un
catalán? A mejor precio, por lo menos se plantea la duda. Y es ello lo que hay
detrás de que en estas semanas vaya a decidirse, muy probablemente, como queda
el mapa de la aviación en España, y cómo termina esta guerra entre Iberia y Air
Europa. La primera, en un mal momento pero con un grupo potente detrás, y la
segunda, al revés. En este panorama es razonable pensar que alguien se acabará
“comiendo” a alguien, por usar el verbo elegido por Hidalgo para aludir sus
intenciones con Iberia.
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