IAG se adelanta a Air France y Lufthansa en la inminente carrera de compras y fusiones
La competencia se recrudece para
las aerolíneas de red europeas por los dos flancos: el corto radio y el largo
radio. En los vuelos de media distancia, las low cost están apretando las
tuercas a su estrategia para ampliar su mercado, y en la larga distancia, son
las capitalizadas compañías del Golfo Pérsico y de Asia las que están arañando
cuota en Europa.
Ante este panorama, IAG lleva
varios años acometiendo ajustes y cambios para flexibilizar la
operativa, mientras Air France- KLM y Luftansa están en pleno conflicto con
sus sindicatos para trasladar producción a filiales low cost y reducir
gastos. Ahora esta es la prioridad de ambos gigantes y las ambiciones de
consolidación a través de compra o fusión con otras líneas aéreas en
Europa pueden ser limitadas. Los ejecutivos se centran en poner su propia
casa en orden en lugar de buscar el crecimiento.
El presidente ejecutivo de
IAG, Willie Walsh, es un firme defensor de una mayor consolidación y se ha
quejado reiteradamente de que las reglas que velan por la nacionalidad
de las aerolíneas limitan la capacidad de lograr acuerdo en los
mercados. La alternativa que suponen las alianzas globales de líneas
aéreas ayuda a impulsar las ventas, pero no son eficaces en la reducción
de costes, sostiene.
Los analistas consideran que
la matriz de British Airways e Iberia cuenta con una ventaja temporal tras
haber alcanzado algunos acuerdos laborales difíciles y dolorosos,
como el firmado con la tripulación de cabina de BA en 2011 después de un
prolongado período de huelgas que costaron unos 150 millones de libras, y
más recientemente con los pilotos de Iberia y personal de tierra.
Ahora, los costos laborales de
BA son alrededor de un 15 por ciento más bajos que el promedio de líneas
aéreas existentes. IAG ha podido retomar la renovación de flota y la
apertura de rutas. De momento, suena como un pretendiente potencial de
TAP Portugal cuando la aerolínea salga a la venta.
Una estrategia que los
analistas ven como un contrapunto a la de Air France y Lufthansa. Este año
ambos grupos aéreos han realizado profits warnings sobre sus resultados
en medio de la debilidad general de la economía europea, de las
operaciones de carga, la conflictividad laboral y el exceso de
capacidad en los mercados clave que deprimieron la rentabilidad. La
competencia extranjera está minando la industria europea del
transporte aéreo un poco más cada día", y sólo la aparición de los
súper jugadores dentro de la UE permitirá enfrentar esa competencia
extranjera, según un informe de Coface.
Y la presión sobre los márgenes
de estas grandes operadoras en red va a continuar creciendo. Así lo
apuntan las previsiones del fabricante de aviones de Boeing, que espera
que las compañías aéreas de bajo coste operarán 35 por ciento de los
aviones de pasillo único en el mundo en 2033, en comparación con el 27 por
ciento en la actualidad. Mientras tanto, los costes no han parado de subir
y las tarifas aéreas han bajado en un 16 por ciento desde 1995.
Por su parte, la actividad de
los operadores low cost aumenta. Vueling, adquirida por IAG en 2013, ahora
sirve 129 destinos, un aumento de más de cinco veces respecto a la cifra de
2009, igualando los 130 destinos de easyJet y acercándose a los 179
ofrecido por Ryanair. Además, las compañías de bajo coste están
evolucionando para ofrecer más servicios y volar a los aeropuertos más
grandes para atacar a las aerolíneas tradicionales en busca del viajero
de negocios.
El polémico primer ejecutivo
de Ryanair, Michael O`Leary, lo advertía hace unos días: “cuanto más tiempo
dedican las antiguas aerolíneas de bandera a resolver viejos problemas
heredados, como el de los sindicatos, que no ven el camino a seguir,
más difícil les será que creen una filial y la puedan llamar una aerolínea
de bajo coste”.
A su vez, el consejero
delegado de Qatar Airways, Akbar Al Baker, lo decía ruda y claramente
cuando se le preguntaba sobre los desafíos a que se enfrenta el CEO de
Lufthansa. “Estoy seguro de que me envidia mucho porque no tenemos que
lidiar con la mierda de los sindicatos", declaró a Bloomberg
Television la semana pasada.
Ryanair acaba de mejorar su
estimación de cifra de pasajeros, hasta los 87 millones este año, y
prevé que el beneficio estará en la parte alta de la horquilla de entre 620
y 650 millones de euros que maneja. La aerolínea irlandesa reforzará su
crecimiento con la apertura este año de nuevas bases de operaciones en
Colonia (Alemania), Glasgow (Escocia) y en las ciudades polacas de Gdansk y
Varsovia. .
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