Veranito calentito en Europa por huelgas del Sector Aéreo
El sector aéreo se prepara para
un verano caliente. Otro más. Tal y como sucedió en años anteriores, las
amenazas de huelga por parte de pilotos, tripulantes de cabina y controladores
aéreos se han intensificado a medida que se acerca el periodo estival, tanto en
España como en otros países europeos. Una situación que está siendo denunciada
activamente por las aerolíneas.
En España todas las miradas se
dirigen a las posibles protestas que lleven a cabo los controladores aéreos.
Todavía no hay fecha establecida, pero los trabajadores del centro de control
de Gavà han amenazado a Enaire con convocar una huelga a partir del 20 de junio
por la escasez de personal. La semana que viene se producirá una reunión entre
ambos que decidirá si finalmente se convocan movilizaciones.
El solo hecho de plantear paros
ha reavivado los fantasmas del pasado. La Asociación de Líneas Aéreas (ALA),
que representa el 70% de los vuelos operados en España ha criticado que el
gremio «utilice la huelga como herramienta de negociación», advirtiendo que los
paros tendrán un impacto «desproporcionado» en el espacio aéreo nacional.
«Pedimos sentido común. No hay razón de peso para convocar una huelga que no
solo afectaría a Cataluña, sino también a Baleares y el Levante», explica
Javier Gándara, presidente de ALA.
Por las características de su
trabajo, los controladores aéreos representan uno de los colectivos que más
daño pueden causar con una huelga. Pero no es el único gremio que medita
movilizarse este verano en España.
Los tripulantes de cabina (TCP)
de Ryanair han advertido esta semana de que si la compañía no acepta sus
reclamacionesantes del 30 de junio, convocarán huelgas los siguientes días.
Movilizaciones que, además de plantearse en plena temporada alta, se conciben a
nivel europeo. Al igual que los pilotos de Ryanair, los TCP reclaman a la
empresa que aplique la legislación laboral del país en el que opera en lugar de
la irlandesa, como hace ahora. La compañía, sin embargo, se ha mostrado reacia
a acometer estos cambios. Por si todo ello fuera poco, Vueling está en plenas
negociaciones del convenio con sus pilotos. En primavera los sindicatos
amenazaron con movilizaciones y no se descarta esta opción.
Precedentes
Un caldo de cultivo que hace
presagiar situaciones similares a la vivida durante los dos útimos veranos en
el aeropuerto de Barcelona-El Prat. El año pasado la huelga de los trabajadores
de seguridad de Eulen colapsó el aeropuerto, mientras que en 2016 fue un error
de planificación de Vueling lo que desató el caos. Este año son varios pulsos
entre trabajadores y aerolíneas lo que amenaza el tráfico aéreo.
Hay que tener en cuenta que estos
conflictos se producen en un momento delicado para el sector aéreo. El repunte
del petróleo, que cerró el viernes en 76,65 euros el barril, está comenzando a
lastrar las cuentas de las aerolíneas. Además, el crudo cotiza en dólares y
esta divisa también se ha revalorizado con fuerza en las últimas semanas, lo
que encarece aún más la compra de combustible.
Más allá de los típicos pulsos
veraniegos, el sector de la aviación vive meses convulsos. Según un informe de
A4E, entre enero y mayo se han producido más huelgas de controladores en
Francia que en todo el año pasado. El crecimiento de es del 300%. Este
documento destaca que el país galo ha tenido 275 paros del control del tráfico
aéreo desde 2010. Casi dos tercios de los registrados en Europa.
Vueling ha sido una de las
aerolíneas más afectadas por las últimas protestas del gremio. Más de la mitad
de los vuelos internacionales de la aerolínea atraviesan Francia. Un 50%
sobrevuelan Marsella. Y el centro de control de esta ciudad ha sido uno de los
más afectados por las movilizaciones. Cientos de trayectos han sido cancelados
en las últimas semanas. Fuentes de la aerolínea explican que se han remitido
cartas a la aviación civil española y francesa para intentar evitar que se
vuelva a producir una situación similar este verano. Hay que tener en cuenta
que estas movilizaciones han tenido un gran impacto en nuestro país. Según los
datos de Eurocontrol, España lideraba los movimientos aéreos en Europa en
abril. Tras la huelga, ha caído hasta la cuarta posición.
Distintas organizaciones del
sector han denunciado la reiteración de estas protestas, proponiendo medidas
alternativas para frenar su impacto. La Asociación Internacional de Transporte
Aéreo (IATA) ha propuesto unificar el espacio aéreo europeo para que, en el
caso de que el tráfico se paralice por una huelga de controladores, las
operaciones se puedan gestionar desde otro país. «Técnicamente es posible»,
dijo Alexandre de Juniac,presidente de la IATA, en el último Foro Internacional
de Transporte.
Más allá de la opción de llevar a
cabo este tipo de medidas –hay que tener en cuenta los recelos de los países a
abrir su espacio aéreo a extranjeros y las diferentes regulaciones entre
países– las aerolíneas están pidiendo ayuda a los gobiernos. Tras varios
conflictos encadenados y cientos de miles de pasajeros afectados por la huelga
de controladores galos, el verano se presenta con un calendario plagado de
protestas.
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